[Privado - R18 ] Traumando peces (?)

Era increíble la manera en que las cosas podían dar un giro de ciento ochenta grados de un momento a otro. Incluso las que uno considera imposibles de cambiar. No tendría que sorprenderle tanto, en realidad, se pasaba la vida afirmando que todo era posible si uno se esforzaba, pero era algo que no terminaba de apreciar.

Como ahora, que estaba sonriendo risueño como si nada aunque momentos antes había estado molesto, o como su relación con cierto vampiro, que había dado el cambio más drástico que había visto en su vida. No era tan malo, y había dejado de tratar de analizar la manera en que ocurrió todo hacía semanas ya (de todas formas no era lo suyo pensar tanto tiempo sobre algo). Sólo se dejaba llevar. Figurativa y literalmente.

—¿Te dije alguna vez que siempre he querido volar?¡Desde pequeño! —le gritó a su compañero de viaje, por llamarlo de alguna manera, mientras sobrevolaban el terreno rumbo al lago. Ya casi llegaban.

Acomodó mejor los brazos alrededor del cuello de Iván, esperando que sus gafas no salieran volando porque eran el único par que tenían. El cielo estaba con ligeros tinten anaranjados, anunciando que estaba llegando el atardecer, y aunque estaba un poco fresco, seguía con la firme resolución de tomar un baño, y quizá lograr que el vampiro lo acompañara. ¡Así sería divertido!

No le sorprendia mucho el cambio que habia hecho. Bueno, el cambio de hacer que un simple humano pase de ser su cena y diversion a, por decirse de alguna manera, un protegido o penrsona especial para el vampiro mayor. Eso ya lo habia hecho anteriormente con pocas personas.

Dio varias piruetas por el cielo de tono anaranjado esquivando arboles y algunas torres de la iglesia y castillo. Su acompañante parecia estar divertido con el ser llevado volando, y ultimamente el otro se habia aprovechado de que podia llevarle volando a donde quisiera. Podria negarse, pero el joven tenia tantas energias que podia irse y luego lo perderia de vista, eso no le gustaba al vampiro.

— Niet, pero veo que te gusta ahora - sonrio como siempre y miro que se aproximaban al lago.

Cargo al otro mejor para que no se cayera, seria incovendiente el que él Rubio se callera ya que estaban a una altura muy alta y veia casi imposible que el otro sobreviviera a una caida desde esa altura. No veia el por que el otro deseaba bañarse en el lago ahora, podria hacerlo en un rio cercano a su casa. Aun que viendolo de otra forma ... podria hacer algunas cosas con el rubio.

—Bien, de a poco aprendes —soltó una risa natural, dejándose acomodar mientras divisaba ya el lago. Estaba vacío, seguro por lo fresco, y eso le contentaba. Así podrían estar tranquilos. No importaba cuanto disfrutara estar rodeado de personas, por alguna razón Iván bastaba para hacerle sentir en compañía, últimamente, y ya no necesitaba el bullicio continuo para estar contento.

Soltó risas fuertes con cada pirueta, sintiendo esas mariposas y cosquillas en el estómago con cada vuelta que daban en el cielo. Era maravillosa la sensación del viento fresco en el rostro, el suelo lejos de allí, e Iván bien seguro en su abrazo. Y Dios, lo último había quedado cursi.

—¡Oye! ¡esta parte se ve bien! —exclamó arriesgándose a soltar el cuello de Iván para señalar una parte del lago. El agua se veía agradable e incluso había algunas rocas cerca, perfectas para clavados o echarse al sol ¡como le gustaba!

Era increíble como el vampiro que era buscado en casi todos lados por ser un desalmado asesino que no faltaba que hiciera masacres en todas partes, estuviera así, llevando a alguien a donde quisiera. Pero se sentía bien, por que no se sentía solo. Podía tener muchas personas a su alrededor, aduladores, otros vampiros, pero no se sentiría acompañado. Cursi.

Comenzó a decender justo en el lugar que le había indicado el rubio. Poco a poco que se iba acercando al suelo dejaba de apretar tanto al rubio, puesto que si ahora se caía seria a pocos metros y no saldría tan dañado. Aun así no quería que se dañara.

— ¿Aquí? —pregunto para cerciorarse de que fuera el lugar correcto. Era tranquilo y no veía que muchos humanos u otras creaturas estuvieran cerca. Un buen lugar para estar asolas con el rubio, podría desangrarlo y nadie llegaría por el... Deja de pensar así por una vez.

Asintió seguro.

—¡Perfecto! —exclamó soltándose del todo y pegando un salto de los brazos de Iván al suelo, cayendo sin problema de pie. Se acomodó el cabello y las gafas y volteó guiñándole el ojo a su compañía—. Thanks for the drive, big guy.

Y de ahí fue una corrida hacia la orilla, deteniéndose frente a ella para comenzar a quitarse los zapatos a las apuradas y a dejar las gafas sobre una roca, tirando el resto de su ropa en el suelo a medida que se acercaba al agua. Ya sólo con sus interiores, los dedos de sus pies se mojaron y no pudo contener el escalofrío. Tomó aire, e inflando el pecho corrió unos centímetros y dio un salto épico(¿) hacia el agua, dándose un buen chapuzón encorvado para salpicar más (le había quedado la costumbre de arrojarse así al agua de las veces que iba a bañarse con Arthur y le daban ganas de fastidiarlo cuando éste ya estaba seco). Se mantuvo unos segundos completamente sumergido, dejando salir pequeñas burbujas por la nariz, acostumbrándose a la temperatura y apurándose a emerger, dando una bocanada de aire.

Sacudió su cabeza como si de un perro se tratara y se echó el cabello hacia atrás, riendo estruendoso mientras daba unas brazadas avanzando de espaldas para ver a Iván.

—¡Ven conmigo! —le invitó agitando los brazos.

Mientras el joven rubio corria hacia el lago, el vampiro mayor busco un buen lugar en donde sentarse, no tenia muchas ganas de saltar hacia el lago, si queria bañarse lo haria en otro lado, más especificamente en su jardin(?).

- Niet, estoy bien así - rechazo la oferta y lo miro desde donde estaba, recargado a un arbol no muy lejano de la orilla del lago, para vigilar al rubio y que no se ahogara haciendo una de sus acostumbradas tonterias.

Le parecio increible que el otro se desvistiera con rapidez, ¿Porqué no hacia eso antes cuando él se lo pedia? ...¡bah! Humanos, ¿Quien los entiende? por que definitivamente, Iván Braginski no podia hacerlo.
Secretamente, mientras nadie sospechaba, el vampiro estaba ideando un plan perfecto que no podria salir mal, absolutamente nada podria salirle mal. Miro a su alrededor dibujando en su rostro una sonrisa traviesa, no habia nadie al menos a mas de 2 kilometro de ahí, el bosque era muy espeso y cualquiera se podria perder y ahora tenia en su poder la forma más debil de Alfred.

Que suerte tenia el maldito hijo de puta.

Hizo un puchero cuando rechazó su genial oferta pero luego se encogió de hombros y comenzó a nadar un poco para entrar en calor. Realmente sus baños nunca eran quedarse cerca de la orilla para lavarse un poco, lo encontraba aburrido. Ya que era el lago, un lugar divertido, al menos nadaría un poco y se divertiría, que últimamente había pasado algunos momentos tensos.

Además quizá, solo quizá, quería que Iván le dijera que nadaba genial, no hay nada de malo en querer algo de reconocimiento ¿no?

Se hundió del todo, su pecho casi rozando el fondo y braceó un poco, resurgiendo del agua varios metros lejos de donde se había sumergido.

—¡Iván! ¡Iván! ¡Mira esto! —comenzó a gritar como un chiquillo requiriendo atención y tomó aire de nuevo, hundiéndose para que sus manos tocaran el fondo y pudieran servirle de apoyo. Levantó las piernas extendiéndolas fuera del agua, caminando en sus manos un trecho corto antes de volver a hundirse y enderezarse orgulloso. Cuando era pequeño Arthur no dejaba de felicitarlo cada vez que hacía eso.

Miro la accion del otro y solo se quedo en eso. Se levanto y camino hasta la orilla del lago y se agacho para mirar al otro. Se le antojaba entrar en el agua pero le faltaban las ganas o más bien eso aparentaba por que lo realmente hacia era esperar el momento indicado de realizar tan perverso plan que estaba formulando en su mente ya bastante retorcida y que nadie imaginaba(?).

- Te vas a ahogar, Glupo* - comento con tranquilidad mirando las incoherencias del otro. Pensaba realmente que se vendria ahogando haciendo sus "maravillosas y geniales piruetas".

Miro hacia arriba en el cielo que estaba adornado con un hermoso tono naranja y las nubes blancastenian tonos naranjos, amarillos, ocres y rojos. Era una hermosa vista, al menos para el vampiro. Llevo una mano al agua y estaba algo tibia, claro a su persepcion, por que el era más frio que el agua.

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Glupo = Tonto

Su hazaña no tuvo el efecto deseado. En vez de halagos recibió una llamada de atención. Hizo un puchero al escucharlo, extrañándole esas palabras raras que usaba para decirle (“gulpo” o algo así, sonaba gracioso pero estaba muy, muy seguro de que era un insulto).

—No soy tan torpe como para ahogarme —aseguró con orgullo, dando un resoplo. Le vio observar el cielo y luego tocar el agua y volvió a su mueca infantil ¿cómo podía ser todo aquello más interesante que observarlo a él? Huh, sonaba como necesitado de atención…

Y no lo era.

—¡Iván! Please~! —llamó de nuevo, dando su mejor mirada de cachorro herido y moribundo(?)— ¡El agua está un poco fría pero se siente bien igual!

Como para demostrarlo chapoteó un poco, dando una vuelta por el agua hasta darle la espalda. Dejó de prestar atención al ruso por un momento cuando sintió que pisó un alga y se inclinó un poco para desenredarla de su pie, totalmente distraído ya.

Miro al otro embelesado con su espalda. Siguio mirandolo un rato hasta que sintio la necesidad de acercarsele por alguna extraña... no, por una muy conocida razón. Comenzó a quitarse sus ropas de manera lenta y cuidadosa, dejandolas sobre una roca. Su blanquecina piel resalto bajo los tonos anaranjados del cielo, los cuales se hacian cada vez más ocuros dejando en vista a las primeras extrellas.

Entro al agua lentamente, no percibio nada más que la sensacion humeda del agua en su piel. Avanzo un poco más hasta que tenia que caminar de puntas. Respiro profundamente varias y luego fijo sus ojos violetas en Alfred, quien parecia atascado con Algo.

- ¿Qué te pasa, eh~? -pregunto tranquilo avanzando hasta donde el otro, con cuidado de que sus pies no pisaran alguna alga. Volvio a quedarsele mirando, ten embelesado en el otro que no podia fijar sus ojos en otro lado.

Tan fácil era para él distraerse que no notó que el ruso había entrado al fin al agua hasta que este le habló a sus espaldas. Volteó un poco sorprendido y su rostro se ilusionó cuando vio que había cedido a su capricho.

—Ah, no es nada —explicó con la pierna flexionada en el agua, medio hundiéndose de a ratos cuando la corriente daba pequeñas olas—. Creo que es un alga.

Tomó una gran bocada de aire y se hundió del todo en el agua, haciéndose bolita en lo hondo. Aprovechó así para limpiar su pie y dejar que el alga se fuera con la corriente. Sacó su cabeza de nuevo, tomando aire con el cabello todo desordenado y le dio una gran sonrisa al ruso, arrugando un poco la nariz.

—¡Entraste! —exclamó sintiendo el tonto deseo de abrazarlo o algo así. Pero ahí metidos sería un poco incómodo y esas cosas. Solo era un impulso. Iván solo lo miraba y por alguna razón eso incrementaba ese deseo, pero aun así se resistió. Mejor le salpicó bastante agua y comenzó a nadar hacia el lado contrario mientras reía.

El cielo estaba ya comenzando a oscurecer y podía ver un par de estrellas. Era extraño bañarse tan tarde pero supuso que con alguien como un vampiro era lo más lógico. Ya había cambiado bastantes cosas por ese sujeto, esta era solo una más.

Se agacho un poco quedando solo su cabeza sobresaliendo en la superficie de agua, sonriendo gracia a la grata sensacion de la frescura del agua en su piel igualmente fresca. Se hizo hacia atras y se dejo mover un poco por la corriente cerrando los ojos y poniendo una expresion de verdadera tranquilidad. Su plan regreso a su cabeza y sonrio de forma ladeada y luego abrio sus ojos amatisa fijandose en el rubio al cual se hacerco con cautela colocandose detras de el.

- Alfred~ - susurro detras del otro pegandose un poco, sintiendo el cuerpo del otro a solo escasos centimetros de él. Deseaba abrazarlo, inmovilizarlo, morderlo y hacerle tantas cosas que son indevidas de mensionar y hacer, ¡pero al demonio! ¡Deseaba hacerlo!

(Lo se, muy chico y chafa e__e)

Se había detenido en otra parte del río, frotando un poco su cabello para limpiarlo bien. Tantas cabalgatas por el bosque y paseos a través del cielo lo habían dejado algo sucio, y un héroe debe de cuidar su apariencia, decía su madre. Comenzaba a sentir una suave brisa, pero no le prestó mayor importancia ya que aun en el agua no sentía frío. Ese problema vendría luego, pero podría convencer a Iván de que le diera su abrigo o algo así.

Se detuvo en seco cuando volvió a escuchar su nombre susurrado de cerca, y miró sobre su hombro desnudo al ruso más pegado a él de lo que esperaba. Geez ¿cuál era la manía de ese sujeto co acercarse a uno por la espalda?

—Dude, podrías venir por el frente, you know? —pero le volvió a sonreír con aire distraído, tirándose un poco el cabello hacia atrás para que no le obstruyera la vista— ¿Qué pasa?

[Para nada <3 post chicos ftw (?)
Y sadasd perdón por la demora D: )

- Hay algo que quiero hacer, da~ -su sonrisa se ladea bastante y va empujando al otro hacia una roca en la cual lo acorrala un poco. Una risa entre seductora y juguetona sale de sus labios, rozando sus colmillos por el cuello del otro, sintiendo esa sangre caliente circular por el cuerpo del rubio, una sangre sumamente deliciosa.

Subio las manos y tomo los brazos del otro para que no se moviera, si lo hace su lado cazador puede salir y no tendria control sobre cuanta sangre u otras cosas pueda hacerle. Lamio el cuello del otro saboreando la dulce piel, rozando a la vez sus colmillos y cuerpo en el otro. Lentamente clava esos aperlados colmillos en la piel del otro, probando instantaneamente la sangre que brota de esa herida, soltando un jadeo de gusto.

—¿Eh? —iba a preguntar de qué hablaba cuando sintió cómo el cuerpo de Iván iba empujándolo, y él así sumergido en el agua no podía hacer más que dejarse llevar. Esa risa suya mandó un escalofrío por su espalda que no le agradaba del todo ¿por qué tenía que ser tan tétrico?

Sintió algo frío, sólido contra su cuello y supo lo que era. Dio un respingo pero con los brazos sujetos no pudo empujarlo como era su primera reacción.

—He-hey.. —sintió la cálida lengua del ruso por su cuello y apretó los dientes, tratando de estarse quieto. No era que no quisiera que bebiera su sangre, sabía que Iván la necesitaba, solo le ponía algo nervioso todo ese ritual de acorralamiento como si se tratara de un zorro apunto de saltarle a un conejo. No pudo seguir pensando porque sintió el agudo dolor de los colmillos atravesando su piel y cerró los ojos ahogando un gemido de dolor, sabiendo que su sangre estaba comenzando a brotar.

Relajó como pudo el cuerpo contra la roca a sus espaldas, respirando aceleradamente mientras esperaba a que el vampiro terminara.

Dulce y refrescante sangre brotaba del blanco cuello de aquel rubio. La degusto como si fuera el manjar más exquisito sobre la tierra y a su parecer vampirico (y de muchos otros, igualmente) lo era. Bebio lo que fue necesario, aun cuando sintio esa necesidad de sorber hasta la ultima gota de vida en ese calido cuerpo. Lamio sobre el cuello lo que habia quedado de sangre hasta dejar "limpio".

— Sabes bien, da~— canturreo en su cuello, dando lo que podrian ser considerados pequeños beso/mordiscos en lo que quedaba del cuello del menor, encantado con lo suave y carnoso. Se deleitaba con el aroma que expedia y esa sensacion de temerle, ¡Oh el temor! ¡Oh aquel sentimiento humano que era grotescamente exitante para un vampiro! Era su perdicion total y le quedaban pocas ganas de controlarse a si mismo.

En un agil movimiento tomo las muñecas de Alfred con una sola mano, levantandolas y llevandolas contra la roca sobre la cabeza de este. Los besos mordiscos fueron cada vez más voraces, como si de verdad quisiera comerselo. Bajando, provando piel cada vez más desconocida. Virginal — Quiero hacer tantas cosas, da — casi un un gruñido bestial hablo. Esto no pintaba bien para el humano.

Soportó lo mejor que pudo la manera en que bebía su sangre, de a poco sintiéndose algo mareado y teniendo que apoyarse mejor en la roca, tratando de respirar pausado. Esa lengua que recorrió su cuello una vez que el ruso había bebido le hizo sentir un cosquilleo extraño que no le agradó del todo. No podía encontrar placentero aquello...

No supo qué responder a lo que dijo Iván, no era como si fuera un bocadillo, así que el que hablara de su "sabor" no le daba buena espina.

—Ngh... what are you doing? —murmuró con dificultad mientras sentía esas atenciones a su cuello que lo hacían marear más y le erizaba la piel. Por suerte Iván no había bebido mucha sangre, o se habría desmayado por la manera en que ahora sus mejillas comenzaban a encenderse, a pesar de la frescura del agua.

Era todo culpa del estúpido vampiro.

—¿C-cosas? —logró soltar, tirando un poco de sus manos en un intento leve de soltarse. La forma en que hablaba Iván... esa forma en que parecía querer comerlo literalmente y su propia voz se alteraba comenzando a entrecortarse con jadeos... todo eso estaba mal. O no mal, pero había algo extraño que no dejaba de inquietarlo. Bien, trataría al menos algo—. A-al menos sueltame, ok? No tienes porqué sujetarme.

No le gustaba sentirse indefenso, lo odiaba y lo ponía nervioso, acostumbrado como estaba a ser siempre fuerte. El problema era que con Iván siempre era así, siempre había una cuota de temor que desearía no sentir. Los besos que bajaban por su pecho no lo ayudaban a calmarse, y su espalda se arqueó por propia voluntad mientras apretaba los labios para evitar que un sonido extraño saliera de su garganta.

Sonrío casi victorioso al ver la reacción involuntaria de la espalda de aquel rubio. Lo dudo un poco pero accedió a soltarle las manos, tomándolo ahora de la cadera sin dejar de besar, morder y lamer el pecho del otro, llegando a esas zonas sensibles, las tetillas del chico que estaban algo despiertas y se dedico a jugar tortuosamente con ellas a medida de que clavaba más sus dedos en la piel del otro en una especia de amenaza. Si te mueves te harás daño.

Esa piel era tan increíblemente suave como para ser de un caballero. Estaba muy bien cuidado, posiblemente y si estuviera en otras circunstancias habría confundido al rubio con algún noble de clase muy alta. Quizás algún miembro de la familia real. Lamió y estiro con sus dientes una de las tetillas del otro.

Sus manos bajaron un poco más de la cadera del otro, amenazantes con llegar a los glúteos del otro dejando a su paso una marca como rasguño. No podía controlarse, no ahora. Estaba casi eufórico por ese sabor que le volvía loco, por la sangre calida y deliciosa que transitaba por las venas del otro, esos ojos, esa piel, voz y sonidos espectaculares eran los que hacían que definitivamente, olvidara quien era, que hacia y que consecuencias tendría.

Agradeció mentalmente tener las manos libres de nuevo, aunque sentía que sus muñecas estaban marcadas, debido a la forma brusca en que fueron sujetas. Pensó en apartarlo, en pedir explicaciones, pero primero que nada sabía que eso sólo podría hacer que Iván se pusiera más violento, y segundo, no podía hacerlo, porque Iván era más fuerte y porque era como si estuviera en todas partes, tocándolo, mordiéndolo, lamiéndolo y haciéndole sentir como si se derritiera y no pudiera formular un sólo pensamiento coherente. Se sobresaltó largando un sonido ronco cuando mordió su pezón de esa forma. Toda su piel estaba sin explorar, nunca había sido tocado de esa forma, ni por una mujer, todo porque desde joven había decidido dedicar su vida a cazar criaturas como esa que lo estaba haciendo estremecerse de placer ¿Cómo había llegado a ese punto?

Pero no era placer a secas, venía acompañado con una sensación de temor, Iván no estaba actuando como siempre y se pregunto si acaso no era posible que se lo comiera literalmente, a mordiscos.

—E-espera.. —su voz sonaba débil y entrecortada—, duele, fuck, duele... —esos rasguños en su espalda baja seguramente se quedarían por un buen tiempo. Como pudo tomó al ruso por el cabello, tratando de hacer que levante la cabeza— I-Iván, Iván, mírame...

Fijó sus ojos azules, que reflejaban temor, en los del mayor. Quería que se enfocara sólo en ellos, no en su fuerte sonrojo o en la forma en que su pecho de movía errático por culpa de lo agitado que estaba.

—Please calm down...

Estaba enfocado totalmente en dugastar la piel ajena. Tan suave, tan calida que sentía que se perdería en algún momento bajo la placentera sensación que daba al recorrer su cuerpo con su fría lengua. Podría haberlo tomado de una simple vez y haberlo 'marcado', pero los reclamos del otro y aquel jaloneo en su cabeza hicieron que se desconcentrara en su papel de estar repartiendo caricias bruscas a todo el cuerpo del caballero. Se fijo en sus ojos, sus ojos azules y brillantes, se mostraba bastante inseguro y temeroso, una sensacion que hacía que lo alentara aún más y practicamente enloqueciera, mostrando ese brillo de locura en sus ojos amatiza.

- Nyet, no ouedo y no quiero calmarme -deposito varios besos salvajes en su cuello, volviendo a mirar al otro. Así fue subiendo del cuello a los labios del otro, atrapandolo en un beso constante y salvaje, mirando sus reacciones y apoyando sus brazos en la roca a cada costado del otro, en una posicion dominante, pegandose más al cuerpo del americano. Más, más, quería más.

Varias veces se separaba del beso para volver a continuarlo, cerrando los ojos por que parecía una descortecia mantenerlos abiertos. Volviendo a bajar y besando su hombro izquierdo - Vasha kozhasladkoĭ zavisimosti, ya hochu proveritʹ kazhduyu chastʹ vashego tela ... -una frase en su natal idioma salió de su boca mientras seguía concentrado en el cuerpo del menor atrapado entre él y la roca.

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Vasha kozhasladkoĭ zavisimosti, ya hochu proveritʹ kazhduyu chastʹ vashego tela = Tu piel es una dulce adicción, quiero probar todo rincón de tu cuerpo