Pasando la noche en medio del bosque [Tino y el que guste]

Luego de haber pasado una buena temporada en Dinamarca, la muchacha está presta para contunúar con su viaje. Esta vez, se encontrará en Finlandía. ¿La razón? Mientras estaba en una taberna, un mercader de unos cuarenta y cinco años, de contextura robusta, en medio de una conversación, le había comentado que en el poblado en donde vive, los hombres lobos habían acechado hace poco. Habían luchado con todas sus fuerzas, pero fue en vano, por lo que tuvieron que recurrir a los extranjeros, debido a que los hombres lobo habían aumentado en número, devorandose a parte de la población. Habían gastado mucha fortuna en contratar cazadores adecuados para el trabajo.

Resulta que ese poblado, del cual proviene el mercader, es una aldea que está antes del bosque. De allí es que han venido los hombres lobos, que debido a la escasez de alimento (Los animales morían de frío.), no tenían otra que ir hasta la aldea en busca de carne humana.

"Zas" Luego del hachazo recibido en el abdomen, el lobo cae hasta el suelo. Este era el último, por hoy. Emma agita el hacha, en dirección diagonal izquierda y hacia abajo., para limpiar la sangre restante. Al sujetar el arma, sobre su hombro. dirige la mirada hacía el atardecer. -Está oscureciendo, y no creo que llegue a la aldea para la noche... Además de que refresca. Si no busco una casa más cercana, moriré de frío.- Aunque lleve su abrigo de piel encima, no le servirá para evadir el clima helado del norte. Enseguida inició su marcha, en busqueda de un lugar donde pasar la noche.

No le tomó mucho tiempo en encontrar una acogedora casa. Sin pensarlo dos veces, golpeo la puerta de entrada.

La vida en el bosque le era bastante acogedora, desde que fue exiliado de su pueblo natal se aloja en las profundidades de un bosque bastante grande y peligroso para cualquiera que anteriormente no hubiera explorado el lugar, sin embargo para él durante estos años el aprenderse el entorno había sido bastante complicado; incluso algunas veces se le olvidaba su camino de ida y vuelta.

Esa noche especialmente hacía muchísimo frío, así que prendió con ayuda de su magia, una fogata para hacer el fuego más intenso y evitar que el frío se apodere del lugar. Cerró las ventanas como pudo pero éstas al tener grietas un poco del frío exterior se colaba, pero gracias al fuego no se sentía tan fuerte.

A juzgar por la oscuridad y el silencio supuso que ya estaba bien entrada la noche, además del clima exterior. Antes de dormir fue a hacerse un poco de té para entrar en calor, cuando de pronto y de manera sorprendente escuchó unos golpes en la puerta que le hicieron reaccionar enseguida.

—Pero... ¿quién sería? —temía porque fuera una especie de ladrón, un asesino o alguien peligroso ¿quién vendría a su casa a estas horas? Sin embargo, con cautela se acercó a la puerta, podía usar su magia de fuego para atacar si le era posible.

Abrió la puerta lentamente y con cautela y se percató de que quien estaba afuera era simplemente una muchacha. Terminó de abrir la puerta para mostrarse completamente. —... ¿Necesitas algo? —una ráfaga de viento atacó a ambos cuerpos. —Hace frío aquí afuera, pasa si lo deseas. —se apartó de la puerta para darle paso a la chica; a pesar de ser a veces cauteloso, cuando no lo era era el ser más descuidado que existía.