Pareciera ya costumbre... [Libre]

La idea de tener que cruzar todos los días por ese lugar, ''La Colina Del Traidor'', se le iba haciendo diariamente menos y menos grato, él era un hechizero de magia blanca, pero aún así no podía convivir convivir con los aldeanos normalmente, no entendía el porqué, tenía un aspecto humano como el de cualquier otro, vestía ropas como las personas de la aldea, pero aún así nunca sería como ellos...

Pero así debía ser, ya como estaba habituado despúes de un día en el pueblo comprando provisiones tenía que cruzar por el lugar, la entrada al bosque, y nunca faltaba que se sentara al pie de un árbol y comenzara a comer un tajo de pan comprando con aterioridad mientras miraba el pueblo desde el punto más alto de la colina. Sus días eran muy solitarios, los únicos que siempre estaba ahí para él eran sus felinos compañeros. Pero le gustaría al menos tener alguien con quien hablar normalmente, pero era lo bastante inteligente para saber que pasaría mucho tiempo antes de que eso pasara, mientras estaba sumergido en todos esos pensamientos no se dió cuenta de que las horas habían pasado volando y tenía que llegar a casa para darle de comer a sus nekos, pero no quería irse, el solo se estaba ocultando y se resignó a levantarse con la lentitus de siempre, admirando de pie la hermosa escena que la naturaleza tenía para ofecerle.

Iba de regreso del pueblo, finalmente había logrado acostumbrarse, al menos en parte, a el ritmo de ese lugar, y ya no era tan sencillo que se delatara a si mismo. Suspiro, que ya no se mareara por los ruidos y olores no quería decir que bajar al pueblo le agradara.

Había llegado a la conclusión de que quiza y solo quiza nesesitaba conocer a más personas, pero una cosa era hacerlo y otra decirlo. No era como si pudiera llegar con cualquier persona y decirle "Hola, soy Einar un licantropo quieres ser mi amigo"....bien aun omitiendo la parte licana la idea era simplemente ridicula.

Detuvo sus pasos al percibir el olor de la magia, curiosamente era un olor que conocía bien, no en balde su hermano y su pareja eran magos...incluso el lo había sido, aunque no lo recordara. Decidió que no era el momento de pensar en eso y se encaminó hacia donde provenía el olor.

Tenia prohibido ir al bosque, pero esta vez era por un asusnto de vital importancia.¡¡Sea se habia escapado!! Le encontre el otro dia de tormenta, asustado y decidi cuidarlo, pero se habia escapado, despues de todos los cuidados que le habia estado dando, de esconderlo de todos los cabelleros, el desgraciado se habia escapado.

Debo admitir que la entrada del bosque me da miedo, pero tengo que ser fuerte, aunque por mi cabeza pasaban las charlas que tendria papá conmigo, primero por escaparme de esta manera y depues de contarle el motivo, otra por no ser responsable.

Habia perdido toda esperanza de encontralo hasta que lo vi en un arbol cercano, en cuanto me vio empezo a correr. Le segui, parecia malherido, pero aun asi era muy rápido, me cruze con dos personas mayores que yo, el codigo de los caballero me obligaba a saludarlas pero Sea era mas importante en estos momentos
-¡¡¡Sea, bad cat, come back now!!-Le vi perderse en unos arbutos, ahora tenia claro que no lo iba a encontrar-Damm it, gato desagradecido~desu yo-Sabia que habian surgido pequeñas lagrimas, pero ahora debia de ser valiente y retomar el camino de vuelta, aceptando las consecuencias

Estaba ya muy dispuesto a comenzar el trayecto de vuelta a casa, cuando percibió sin lugar a dudas dos presencias, claramente podía distinguirlas, notó en seguida que eran diferentes en ''escencia'' por así llamarle, ya que no había estado entre muchas personas, mejor dicho, era realmente solitario y no salía más que para ir por víveres, era incapaz de reconocer la clase de escencia que desprendían esos dos cuerpos, claramente no eran aldeanos, eso podía asegurarlo..

Sabía que de una u otra forma terminaría topándose con ambos, podía sentirlos muy cerca, se limitó a dar unos pasos hacia el bosque, en caso de representar una amenaza podía desaparecer entre la maleza con el simple hecho de recitar un pequeño hechizo, adquirió una postura bastante relajada, así como era él siempre, pero claro, sin dejar de estar alerta...

Pronto, y como esperaba, vió a un chico de cabellos plateados, muy singular a su vista podría decirse, era muy raro ver ese aspecto en un chico que a su parecer era jóven, aunque para nada le hacía ver más viejo, quizás hasta todo lo contrario, no sabía que esperar así que lo mejor que podía hacer era permanecer el calma..

Segundos después y para su mayor sorpresa, pasó un neko y trás él un chico algo bajo de cabello rubio cubierto por un gorro, persiguiendo al pequeño animal que a simple vista parecía muy mal herido, siguió al minino con la vista hasta que ese mismo se escondió entre los arbustos, y podía presentir que no había ido mucho más lejos, inclusive podía sentirlo escondido entre la maleza próxima a donde ellos estaban..

No podía dejar a un animalito así, herido y asustado, al menos no él, a pesar de que dejar a los otros dos así como así era de mala cortesía, era más importante para él ir en busca del felino, dió unos pasos hasta desaparecer en la maleza momentos después y pudo encontrar al pie de un árbol al gatito, herido como había visto y claramente alterado, sabía perfectamente lo que había que hacer. Se acercó al pequeñin y se agachó frente a él, el gato por supuesto le bufó y mostro uñas, a lo cual no le sorprendió en lo absoluto, simplemente pasó su manos sobre sus heridas y éstas curaron poco a poco, aunque era claro que provocaba un poco de dolor ya que empezó a maullar con algo de agonía, pero era algo que pasaba cuando las heridas eran un poco graves... Tardaría al menos severos minutos, pero aún podía sentir las dos prescencias de vuelta al lugar donde antes él estaba.

Llego hasta un chico de cabello castaño rodeado de gatos y justo estaba por decir algo, quiza algun saludo, cuando a su lado pasaron un gato y un niño rubio corriendo como si los persiguiera un vampiro.

... Solo por precausión volteo al lugar del que provenían, valía mas asegurarse que no viniera ningun vampiro; nop todo en orden. Frunció el ceño cuando regreso la vista hasta los otros dos y se dio cuenta que ya no estaban, aunque su olfato le decía que no podían estar lejos.

Vamos a ver mucho a su pesar, le ganó la curiosidad, de modo que se encaminó a donde parecía que estaban aquellos. El niño aun estaba ahí, y parecía que iba a estallar en llanto de un momento a otro, frunció el ceño, el castaño no parecía estar lejos tampoco.

...¿Estas bien?.. se acercó al pequeño rubio, no estaba acostumbrado a tratar con niños, pero no le parecía correcto simplemente dejarlo así.

Me sobresalte al oir una voz, levante la cabeza para encontrarme con un chico algo mayor que yo. Como un acto reflejo me lleve la mano a la espalda¡Shit! Hoy era mi dia libre y me habia dejado el arco en la habitacion. Bueno, tenia el puñal que papá me obligaba a llevar. Volvi a examinar al chico, en verdad no parecia peligroso, pero era mejor no fiarse mucho
-Mi gato Sea se ha escapado~desu yo. Unos chicos mayores que yo le pegaron con palos~desu yo. Cuando queria curarle escapo y no he podido encontrarle~desu yo-Sabia que mientras que estaba hablando las lagrimas corrian por mi cara. Me las limpie con la manga y me sorvi la nariz
-¿Tu me ayudarias~desu yo? Es un gato pequeñito, de pelaje claro y ojos azules~~desu yo-Le mire expectante, esperando que el chico me ayudara ya que, muy a mi pesar, no podia hacerlo yo solo

Lo escuchó mientras observaba sorpendido sus lágrimas, ¿Un gato? Sería el que paso hace unos momentos, suponía que si porque inmediatamente detras de el había pasado corriendo el chico.

Vamos Le hizo una seña de que lo siguiera, después de todo en verdad se veía preocupado por el animal y no parecía que le hubiera hecho el daño. Creo que se metio por ahí señalo el lugar del que parecía provenir el olor a gato, aunque era fuerte, como si hubiera varios de esos animales y no uno solo, además del aroma de otra persona... el hechizero de antes si no se equivocaba.

Sus métodos habían dado resultado, el neko estaba ya recuperado de sus heridas, sonrió pacíficamente al ver que ya estaba bien. Lo que hizo a continuación fue sacar algo del alimento que traía y le ofreció, el pequeño aceptó gustoso. Una vez que estuvo comiendo, fue capaz de cargarlo en brazos, ahora solo tenía que llevárselo al chico rubio que había estado persiguiéndolo, pero, comenzó a preguntarse ¿Por qué el gato estaba huyendo? ¿Será que aquel niño era quien lo había mal herido? No parecía posible, pero, ¿Y si era así? ¿Qué debería hacer?.. Pasó todo eso por su mente, pero no tuvo mucho tiempo de pensar, podía sentir a los otros dos aproximarse, sin rapidez, pero ahí iban. No sabía si era buena idea que le vieran, en todo caso, podrían descubrirle cuando vieran que las heridas del minino estaban completamente curadas, sabía que los hechizeros no eran bien vistos en el pueblo y podía percibir perfectamente la escencia del caballero, precisamente proveniente del chico, entonces, ¿Qué debería hacer? ..¿Quedarse corriendo el riesgo?.. Simplemente.. Miró al neko- ¿Qué debería hacer? -preguntó con su típica tranquila voz, como si el pequeño que tenía en brazos tuviera la respuesta, éste solo seguía comiendo, terminando el bocadillo que le había sido ofrecido antes. Quería irse, claro que quería, pero no podía dejar al neko a su suerte, sin embargo, tampoco podía llevárselo.. ¿Qué hacer? En ese momento sintió una idea caer del cielo, dejó al neko en el suelo, junto con lo que traía, atrás de un árbol, entonces rápidamente y en silencio, recitó un hechizo en voz baja, de a poco su cuerpo se fue miniaturizando, tomando la forma cuadrúpeda de un felino, muy parecido al que tenía a lado de él. Por su parte, se había convertido en un neko, blanco, con motas beige por su cuerpo, y su rulito que no se perdía por encima de su cabeza, no tendría problemas para regresar a la normalidad, ya tenía todo planeado, en el peor de los casos escaparía mientras creaba una distracción, solo quería ver que pasaba con el neko que había curado... -Meowww~

Segui al chico, parecia que sabia donde iba, como si ya supiera donde estaba, pero pasaba el tiempo y no logragamos encontrarlo.´Iba a perder toda mi confianza cuando oi el maullido de un gato
-¡¡¡SEA!!!!-Cogi la mano del chico y empece a correr hacia la direccion donde momentos antes habia oido el sonido. No me equivocaba, encontre a Sea cerca de un arbol, y aunque habia otro gato cerca de él ,cogi a Sea con cuidado y lo abrace
-Sea, I think that you are lost. Siento no haberte protegido~desu yo, pero los chicos eran mas grandes que yo~desu yo. Tal vez beria dejar de ser caballero~desu yo. Solo soy un cobarde llorica~desu yo-Me habia sentado en el suelo, con la espalda apoyada en el arbol. Sea, ageno a mi dolor, empezo a moverse por mis brazos y hacerme cosquillas con los bigotes.-Para~desu yo-Una pequeña sonrisa se esbozo en mis labios, tal vez solo queria verme de buen humor

Se sorprendió cuando el rubio comenzó a correr arrastrandolo de la mano, pero antes de poder formular una protesta, o de que se le ocurriera siquiera algo que decir, llegaron junto a un árbol, debajo del cual estaban tranquilamente dos gatos.

Uno era obviamente el del chiquillo, porque enseguida corrio a abrazarlo, todo parecía estar bien. No se había equivocado al acompañar al pequeño a buscar al animalito, solto una media sonrisa al oírlo hablar con el, y se quedo viendo al otro gato que estaba con el... no parecía ser cualquier gato.

Interrumpio sus cavilaciones cuando lo escuchó nombrar la palabra caballero para voltear a verlo con sorpresa, ¿el rubio era uno de ellos?

Dio unos pasos hacia atrás, lentos y tranquilos, viendo al otro minino que ahora el rubio sostenía en brazos y a pesar de que antes no estaba seguro de que debía hacer, ahora sabía que se podía quedar tranquilo dejándolo al cuidado del niño. Sabía que el peliblanco lo miraba como si hubiera algo extraño en él, no le parecía raro, después de todo, lo había descubierto un rato antes junto al árbol.

Se impacientó al escuchar sobre el chico, ¿Un caballero? Estaría en aprietos si lo descubría, lo sabía muy bien, conocía acerca de lo que se hacía con los de su clase y no pretendía quedarse para esperar a que se pasara lo mismo, había cumplido con lo que se había propuesto que era mantener al felino a salvo.

Con pasos cautelosos, tomó la bolsa que antes tenía en brazos, aunque era un poco grande para su ahora pequeño cuerpo, la cogió entre sus dientes y se dio la vuelta, encaminándose a su morada, donde al fin podría descansar lejos de cualquier peligro.