¡Hungry~! [Privado]

El par de ojos verdes comenzaron a abrirse con lentitud, vacilantes y somnolientos. Las largas pestañas parpadearon un poco antes de dejar la vista libre para su dueña, que se encontraba tirada a mitad de un lugar en dónde nunca había estado, con la ropa desgarrada y cubierta de heridas. Qué novedad, de nuevo había perdido el control en una noche de luna llena y había ido a parar exactamente a mitad de lo que a ella le parecía que era la nada. Se quedó un buen rato botada, cerrando los ojos de nuevo y suspirando. Después de unos minutos volvió a abrirlos y se incorporó de un sonoro gemido acompañado de un largo y perezoso bostezo.

-De nuevo a mitad del bosque-Balbuceó para sí misma, llevándose las manos a la cabeza y masajeándose las sienes irritadamente. De nuevo estaba presente aquella insoportable jaqueca que la atacaba al despertar todos los días siguientes a una transformación. Era horrible, cómo una cruda cuando alguien se alcoholiza. Pero la diferencia es que Alice ni siquiera había probado gota alguna de aquella nociva bebida.-Tsk, estoy tan hambrienta....-Murmuró unos minutos después de haberse revisado por completo, temiendo tener sangre ajena sobre ella. Por suerte, esa vez sólo había sangre de sus propias heridas. Pudo saberlo con facilidad por su sensible olfato, que enseguida detectaba cuando un aroma fuera de lo común o impropio aparecía sobre Alice

Intentó moverse, y fue algo verdaderamente díficil, pues sus músculos estaban engarrotados. Pero cuando lo logró se incorporó con lentitud y soltó otro largo bostezo, estirándose y observando a su alrededor en busca de algo comestible. Veía borroso, y al instante comprendió que de nuevo había perdido sus gafas. Era inútil, ni aunque se esforazara podría encontrarlas, a menos que se le hubiesen caído mientras dormía -poco probable, normalmente se le caían entre los bruscos movimientos que hacía cómo licántropo-. Observó el pequeño riachuelo que corría a sus pies, llevando alguno que otro pececillo arrastrado por la corriente. Bien, no era un perfecto buffet...pero era comida.

Con el dolor de cabeza disipándose ligeramente, Alice se puso de rodillas en el borde del pequeño río y lo primero que hizo fue tomar agua entre sus manos para mojarse la cara, sintiendo cómo la tierra se deslizaba por esta y ensuciaba el agua, además de cómo algunas heridas en ésta misma le escocían un poco. Luego se puso pecho [plano] tierra y comenzó a observar minuiciosamente cómo los pececillos intentaban nadar contra corriente. Bien, era hora de atrapar el desayuno...

Miraba a la muchacha desde un árbol muy cerca; Era muy bella, fina y así nadie pensaría que era aquella licántropo descontrolada y torpe. Rió un poco, la muchacha despertó y al parecer ni la había notado. - "Lastima" - se dijo internamente, al parecer parecía pura simplemente por el aroma pero no tenía el control de ella misma. Era 'potencial' desperdiciado; Ella reía que si eras puro por lo menos debías guardar ese orgullo sobresaliendo entre la manada. Siendo Alfa.

La miro atenta, pensó en intervenir pero estaba divertida observándola atenta desde el árbol mientras sus finos labios se divertían con los lentes. Mordisqueó suavemente la pata del lente por mera aburrición.

- ¿Así que comerá un pescadito?... no creo que lo atrapes cachorrita.. -susurró al viento, imperceptible y sabiendo que la muchacha quizás ni la escucharía. Bajo del árbol de un salto, dirigiéndole la palabra con un cierto tono de superioridad - Aquí tengo tus lentes, girl ~ -dijo extendiéndole la mano con estos, con una hermosa y radiante sonrisa que reflejaba amabilidad. No le importaba si la muchacha la tratara de vampiro o lo que pase por su mente, quizás lo último que pensaría era que ambas pertenecían a la misma raza; Es en esos casos cuando agradece el poder esconder todo los rasgos licántropos, casi asta el mas mínimo olor.

Alice, por desgracia, nunca había aprendido a detectar una prescencia ajena a su alrededor. Si bien su olfato de vez en cuando podía captar algún extraño aroma, ella simplemente lo atribuía a algún animalillo que estuviese pasando por ahí. Torpe y algo cabezota, Alice nunca se preocupaba ante la posibilidad de poder estar siendo observada o acechada. Simplemente, se limitaba a confiar en sus penosas habilidades de licántropo para defenderse si es que llegaba a ser atacada.

Estuvo probando con varios intentos. Un zarpazo al agua, y nada. Otro zarpazo, y qué sorpresa, nada de nuevo. Finalmente fue un golpe al agua, y los peces huyeron de ella. Genial, pescar se le daba de maravilla, a ése paso tendría comida para todo un mes. Cuanto sarcasmo. Suspiró con pesadez y se pasó una mano por el cabello, pasándolo por detrás de su oreja, aún a sabiendas de que éste se deslizaría de nuevo por su rostro hasta llegar de nuevo a sus ojos. Era inútil, no podría desayunar esa mañana.

De pronto le pareció haber escuchado algo. Más específicamente, la odiosa palabra "cachorrita". ¡Cómo odiaba que la llamaran así! Se sentía tan inferior a los demás Lobos al ser llamada así...Pero no le dió importancia. Tal vez sólo estaba alucinando, por el hambre y el dolor de cabeza. Soltó un suspiro más y se dispuso a continuar intentando pescar algo de manera bruta, justo cuando de un limpio y casi imperceptible salto una chica había caído junto a ella.

Al principio entró en pánico: ¿Era una ciudadana? ¿O un vampiro? ¡¿Y si era una hechicera?!

El tono de superioridad y su gran agilidad le indicaron enseguida que la chica no era ni más ni menos que otra fémina licántropo. Al principio puso los ojos en blanco y desvió la mirada, convencida de que de seguro estaría ahí únicamente para molestarla. Sin embargo, minutos después alzó de nuevo la mirada al escuchar que tenía sus gafas. Inmensamente aliviada e inundada por un repentino sentimiento de felicidad, Alice estiró una mano y tomó sus gafas para luego llevárselas con lentitud hasta el rostro y acomodárselas, sonriendo ladinamente.

-¡Mucho mejor!-Suspiró, riendo levemente, para luego voltear a ver de nuevo a aquella chica. Sin embargo, al darse cuenta de cómo estaba actuando, enseguida frunció el ceño ligeramente. Ella no podía mostrarse con semejante actitud infantil frente a otra Chica Lobo. -G-Gracias...supongo-Murmuró, cruzándose de brazos y desviando la mirada, intentando demostrarle que en realidad no le hacían falta las gafas.

El primer gesto de la otra le pareció divertido, soltando una ligera carcajada.

- Que bueno que ahora veas bien~ lobita -sonrió un poco más, dejando los zapatos atrás y metiéndose al agua igual. Le parecía divertida una actitud tan agresiva y orgullosa, como si no quisiera que se acercara o le ayudara.

- ¿Te ayudo? parece que la pesca no anda bien -rió un poco, llevándose la mano a los labios y mirando a los peces- ¿Como te llamas?, ¿Eres pura?, ¿Porque te descontrolas con la luna? -comenzó a hacer montones de preguntas de una sola vez, era costumbre de ella y parte de su personalidad.

Se agacho, extendiendo la mano levemente y en un parpadeo con una enorme velocidad atrapo un pez, mientras este se agitaba se lo extendió a la chica- ¿Seamos amigas, ya? -sonrió de la sonrisa que traía (como siempre), ladeando la cabeza y cerrando los ojos levemente.