Colándose [Priv. Tino]

Estaba agazapado abajo de unos arbustos, con ropa de colores oscuros y con los ojos ligeramente entre cerrados, había llegado a el lugar de el Aquelarre, la zona donde se juntaban los brujos de este lugar. Sonreí de manera maliciosa, estaba cada vez mas cerca de lograr mi objetivo, al menos el de conocer que grupo de brujos fue el que envío a aquellos a atacar y tratar de invadir mis tierras. Lentamente comencé a retroceder, saliendo luego de el arbusto donde estaba, sacudiéndome un poco para quitarme las hojas de la cabeza, y luego observe a mi acompañante. Un puma.

El felino me miro, y me asintió, como sabiendo aquello que yo le iba a decir, así que simplemente sonreí y asentí del mismo modo. Agachado, comencé a avanzar rodeando el lugar, para alejarme un poco y luego ponerme de pie. Ocultándome atrás de un árbol, me acomode la capucha, ya que mis ropajes estaban cubiertos con una capa de viaje del mismo color: negra. Así, era altamente confundido en la noche. Así mismo estaba ocultando mi aura mágica para que los brujos no notasen que había un hechicero rondando les, simplemente debía ver como copiar el aura oscura que ellos poseían. Tal vez si me acercaba imitando el aura de mi hermano?...no, mala idea, después podrían considerarlo como parte de su grupo.

Y así, fue que meditando me quede quieto en aquel lugar, escuchando las risas y las danzas que los brujos emitían a mis espaldas.

Nunca le había interesado formar parte de algún grupo de magos y no era que le interesara mucho formar parte de aquel "secta" como solía llamarle, pero simplemente le daba curiosidad ver cuántos nrujos existían y se encontrarían reunidos en ese sitio. Él obviamente no formaba parte de aquel grupo, por lo que la única manera de poder saberse de sus actividades era escabulléndose silenciosamente entre varias plantas, arbustos y objetos que estaban colocados de manera estratégica para su beneficio.

—No es que me agrade hacer esto, pero... una vez en la vida no hace daño ¿no? —hablaba para sí mientras intentaba avanzar como podía. Claro, puesto que su magia no era tan poderosa no había necesidad de ocultar presencias mágicas, habían otras mucho más fuertes de las cuales debían preocuparse, en vez de estar ocupados buscando el origen de tal esencia tan débil.

—Bien, sólo quiero ver un poquito~ —todo curioso avanzaba casi casi arrastrando el arbusto con él, hasta que se fijó en un sitio donde tenía una vista perfecta de las cosas, manteniendo una distancia considerable. Decidió moverse un poco más hacia la izquierda para mezclarse con el arbusto más grande que había ahí. Cuando se sintió en una distancia considerable y un punto ciego para los demás, decidió salir de su escondite para fijarse en un árbol. Sintió que había un volumen de más en aquel árbol al cual se le había acercado. —Qué extra- —se fijó que no era un bulto, sino una persona mezclada. Se tapó la boca para evitar gritar, después de todo no quería echar a perder todo lo que había logrado ese día.

Estaba sumido en sus meditaciones, ¿Como acercarse aun mas a aquellos brujos que festejaban?, una sonrisa picara y maliciosa apareció en su rostro al tener la respuesta, pero luego... luego se quedo de piedra al sentir una presencia, era débil, si... costaba sentirla, pero no por que su dueño la ocultase, sino que por que la magia en si era débil y menuda. Cerro los ojos, concentrándose, no era magia pura y de luz, no era un mago, no era magia oscura y de tinieblas, no era un brujo. La respuesta era obvia, era un hechicero, se concentro aun mas y dejo fluir solo un poco de su magia terrestre, en una presencia débil, para que se mezclase con la tierra del lugar, y entonces, abrió los ojos , girando su rostro en una dirección, viendo una silueta.

Era el, el era quien despedía tan débil magia. Sonrió, era contrario a si, pero compartían clase. Obviamente era un hechicero de Fuego. Irónico, nunca había conocido a uno que no fuese parte de su clan. Ladeo el rostro, sabia que el otro le veía, al fin y al cabo por algo se había quedado estático en su lugar, el problema era que en esa zona, el otro quedaba ligeramente a el descubierto, si un brujo se fijaba con bastante atención le podría ver. Así que con un suspiro movió sus pies descalzos por sobre la Madre Gaia. ¿Que por que andaba descalzo?, Simple, era un hechicero de tierra, para mi era incomodo no poder sentir constantemente el contacto con mi elemento ya que estaba muy unido a el, sin contar con que venia de un lugar donde solamente un poncho nos cubría y era nuestra forma de vestir. Decir que andaba incomodo con todo lo que portaba ahora era decir poco. Mire a mi compañero felino antes de volver a observar a el extraño y sonreí mientras permitía que la tierra me absorbiese, era como si me hubiera tragado de manera literal. Una mera habilidad básica de mi elemento, pero, probablemente el desconocido pensaría que me había transformado en un animal, ya que mi compañero el puma hasta ese entonces había estado oculto atrás mio.

Y mientras que el puma avanzaba hacia el extraño con lentitud y sigilo, yo me movía bajo tierra, deslizándome, haciéndome uno con ella, para luego aparecer silenciosamente atrás de el extraño mientras que mi puma se sentaba a el frente de el, con rapidez, extendí una de mis manos y rodee la boca de aquel que estaba dándome la espalda, para luego pronunciar con un tono neutro en su oido las sigueintes palabras.- No se por que estas aqui... supongo que por lo mismo que yo, pero te pediria que fueses mas silencioso y cuidadoso...desde aqui nos pueden ver.-dije simplemente mientras comenzaba a retroceder, buscando llevar conmigo a el otro, para ocultarnos en las sombra de otro arbol.

Al fin y al cabo que terminó descubriendo a la persona oculta en las sombras ¿o era que esa persona lo había descubierto a él? Lastimosamente su poder mágico era muy débil y no era capaz de sentir presencias mágicas de hechiceros, magos, brujos o cualquier otra criatura mágica hasta que éstos se le aparecían; era una desventaja muy grande para él y fácilmente podría ponerse en evidencia.

Gracias a que el otro era muy cauteloso no los habían descubierto aún, y aunque él también estaba siendo silencioso era más factible que lo descubrieran a él; así que decidió guardar silencio y seguir oprimiendo esa fuerza mágica que poseía.

Asintió en afirmación a su suposición, bueno, él suponía que también quería espiar un poco a aquellos brujos y magos, es decir, sentía la misma curiosidad que él en ese aspecto. —Claro. —susurró de tal manera que ni el viento fue capaz de escucharlo, nada más que la otra persona en cuestión.

Ya tras la sombra de un árbol y, aprovechando aquella habilidad del susurro aprovechó a preguntarle unas cuantas cosas. —Me imagino que si estás aquí es porque no perteneces a aquel grupo. —apuntó suavemente con su dedo pulgar en dirección al fiestón que se estaba viviendo a sus espaldas en ese momento