En el bosque se bifurcaron dos caminos... [Priv, Emilly] [1 mes atrás, aprox.]

"Este lugar es enorme"-pensé mientras caminaba por el bosque, aquel que ahora era mi nuevo hogar, y , fue inevitable que suspirara, llevaba apenas un par de días aquí y ya extrañaba mi tierra, mi hogar.... aunque, en cierto modo era normal, no?. Era un elemental de tierra, por lo que evidentemente sentiría aun mas apego del normal con aquel lugar que me vio nacer y crecer. Si tan solo pudiese terminar mi misión rápidamente.... pero no, esta era una a largo plazo, tenia que ver de donde provenían los brujos que nos atacaron, y no exterminarlos, no caeríamos tan bajo como para hacer eso, pero si, mantenerlos vigilados. Evitar que decidiesen enviar a otro grupo a nuestro hogar.

Y fue así, como meses después del ataque, yo y mis hermanos habíamos sido enviados para el viejo continente, viajar en el Caleuche, aquella mística nave había sido un verdadero honor, pero, obviamente no habíamos llegado a destino todavía, teníamos que ir investigando, teníamos que mimetizarnos con el ambiente, y al fin, al fin hacia apenas unos días, habíamos dado con la ciudad de donde provenían. Una ciudad que por cierto estaba repleta de seres mágicos, aquello me sorprendió, por que? si yo venia de un lugar que también estaba repleto de estas criaturas... era por que simplemente aquí la paz no existía, y eso, eso era lamentable. Este era un ambiente hostil, y la madre Gaia también lo sufría, fue lo ultimo que pensó el chileno mientras se inclinaba, agachándose, para apoyar su mano en la tierra desnuda, sonriendo de manera melancólica. La tierra de aquí nunca había sido trabajada, pero si había sido herida, había visto muchas batallas y había sufrido las repercusiones sin haber apoyado a ningún bando, algo completamente lamentable.

-Piensa positivo... al menos erí rica en minerales.-dijo con una sonrisa mientras golpeaba suavemente la tierra con su palma abierta, como si estuviese hablando con un niño, para luego incorporarse ante el relincho que dio aquel caballo, si, hacia semanas que había dejado de ser un Potrillo, pero seguía siendo igual de joven, aunque su seriedad, asustaba, causaba un poco de nerviosismo ya que era "anormal" ese comportamiento por parte del caballo, pero bueno, siendo un regalo de su abuela no se podía esperar menos. Acaricio el cuello del caballo y se monto a el, sin colocarle ningún tipo de artefacto, simplemente montando a "pelo", con una naturalidad increíble, comenzando a trotar sobre el, sintiendo a el bosque por medio de lo que le transmitía su compañero, y sintiendo un gruñido molesto por parte de el otro joven que le acompañaba, esta ves uno mas felino y venido de las montañas, el cual trotaba para alcanzar el ritmo del caballo con cierta facilidad.-Se siente bien....-comento a el aire, recibiendo un asentimiento por parte del puma y un relincho feliz por parte del caballo, sentir el viento, poder ver desde esa posición las ramas de los arboles, era algo inigualable.

Pero entonces lo vio, algo que destacaba entremedio de tanto verde... una casa, que haría una casa en este lugar?, fruncio ligeramente el ceño y con un leve movimiento, apenas un ligero cambio de montura, logro que el caballo se detuviese, y de una manera armonica, guiado solametne por los ligeros cambios de posicion de el chileno, fue que doblo hacia un costado, comenzando a caminar en direccion de la casa, sin prisas, pero atentos, con curiosidad, pero siendo desconfiados, y ahi, cuando el chileno comenzo a mirar hacia los costados, fue que noto recien, como muchos animales terrestres del bosque le venian siguiendo, no pudo evitar sonreir, pero al mismo tiempo se sintio incomodo. Era bakan tener afinidad con distintos animales, obviamente con uno mas que con el resto, pero aun asi, en situaciones como esta, era....raro. Y cuando alzo la vista, decidió que tal vez, no era TAN raro, ya que le parecía aun mas raro colgar esas...esas....bueno, esas weas(?) de los arboles. ¿Que utilidad tendrían?, ¿Seria esta la casa de una bruja?....no, su magia no sentía a otro ser mágico de aura negativa, sino mas bien, a uno mas "natural", mas "salvaje" pero al mismo tiempo lo suficientemente civilizado...¿que se allaria a el interior de esa casa?

Entonces, se detuvo, desde esta distancia ya lograba sentir a la persona el interior de ese hogar, y estaba seguro de que era mutuo, no por nada, en este lugar abitaban todo tipos de criaturas no?, asi que emitiendo una sonrisa, decidió esperar.

You cant believe the historys real, come with me to the firelands -La loba arropaba a sus cachorritos mientras les cantaba una canción de cuna suave, de esas canciones que había aprendido en uno de sus tantos viajes. Sus cachorros dormían plácidos, contentos mientras morféo hacía de las suyas.

La voz de la loba era melódica y suave, hasta Wolfo descansaba escuchando su canción recostado al lado de la puerta, siempre haciendo guardia.- Can you tell me if you love me - Do you light fairies along the sky? -La muchacha ya había aceptado los demás seres mágicos aunque los fantasmas seguían asustándola.

Su lobo no quería interrumpir su canción ante la llegada del hechicero polvoriento pero tampoco lo dejaría acercarse si sentía malas intenciones aunque por el momento permanecía quieto, escuchando la canción con los ojos cerrados.

Y.... se estaba quedando dormido de tanto esperar, por la mie*** es que acaso tendria que acercarse para desvelar el misterio acerca de la persona que vivia a el interior de esa casa?, el chileno gruño, y nego con la cabeza, pidiendo paciencia, pero obviamente Leftaru sintio la impaciencia de su montador y relincho con fuerza, alzando las patas delanteras, provocando que el chileno tuviese que acomodarse mientras el equino se dejaba caer, dando un fuerte pisotón a la tierra, provocando que el puma emitiese un rugido de advertencia, al parecer no le habia gustado la forma de actuar de el joven equino, el cual por su parte ignoro a el felino, consiguiendo que este se molestase, y el chileno, atento a esto, frunció el ceño.- Basta ya!.-dijo simplemente, logrando que los dos animales se mirasen con rencor pero a su vez que dejasen de hacer bulla, el chico suspiro.

-Se perfectamente que hay alguien adentro... y estoy esperando wn, acaso no sabi atender a tus visitas?.-mascullo en un tono de voz alto, casi como una queja, acaso le escucharían?, no lo sabia, pero nunca estaba de mas intentarlo.

Do you light fairies along the skies~? -su voz sonaba tan clara y tan limpia de toda nota errónea que era simplemente precioso. Y si podías escucharla bien y entender la letra era de esas canciones que narran historias, resumida en unos pocos minutos pero con ese encanto único.-Can you give me storms and sunshines -...Ella pensaba y pensaba en la canción, en la letra y se preguntaba...- Stay with me in the firelands -¿cuáles eran esas tierras de fuego?

Besó la frente de su querido Marquito y acarició la mejilla de Isabella, ambos completamente dormidos con sus plácidas y tiernas caras de cachorritos.

Cerró la puerta de su habitación que era donde se durmieron sus amores y escuchó con claridad lo que decía ese extraño con olor a barro y polvo gracias a su audición de lobo- Para atender a alguien éste primero debe presentarse, right? -sabía que no existía forma de que la escuchase a menos que sea otro lobo, quizás un elfo pero con mucha dificultad. Sería divertido hacerlo esperar mientras comía algo de carne ceca.

Estaba esperando, aun sobre su caballo cuando al final opto por suspirar. No valia la pena estar aquí, además, estaba seguro que la persona a el interior de esa cabaña le había sentido, era obvio, las personas normales no vivían en el bosque, pero por lo visto no era como el… oh bueno, podría comprobarlo. Con una sonrisilla fue que cerro los ojos y dejo que una onda de su magia fluyese por la tierra, provocando que esta temblase levemente, lo suficiente como para sentirlo, pero a su vez lo suficiente como para saber que no era una amenaza o un peligro, ya que apenas y había durado unos segundos.

Entonces, el comenzó a hablar con su elemento, mientras que una verde aura de color café le rodeaba, era leve, tanto así que un humano no lo notaria ya que era apenas un brillo esmaltado de color café el que bañaba su piel. El cual luego de unos segundos desaparecio, mientras que el chileno sonreía pero al mismo tiempo fruncia el ceño. Según la tierra a el interior vivía una pequeña manada. Una manada… era obvio a que se referia la Madre Gaia con esas palabras. Lobos.

Y el… no tenia interés en socializar con lobos.

¿Por qué?, pues por que el solamente venia a esta tierra con el afán de engañar y deshacerse de los brujos que enviaron a aquellos a invadir su hogar, así que un lobo le era indiferente, por lo mismo se encogió de hombros.- Vamos, lo que hay allí dentro no me interesa.-dijo simplemente mientras guiaba a su caballo a darse la vuelta. Quizás, mas adelante iría a hablar con el vecino, pero por ahora no tenia interés en socializar con la criatura que vivía al interior de allí. Y por que no decirlo? Se sentía ofendido, si realmente era un lobo como la tierra decía, el o ella, le tuvieron que haber escuchado, y aun así ignorado, así que si… el estaba ofendido y por eso se iria.

[Off: .....FAIL, lo se, quedo horrible =__=, pero fue lo mas decente que pude hacer]

El movimiento no alteró a la loba en sí, pero pudo levantar sus orejas atenta al movimiento de la habitación. Los movimientos que hiciera la loba no tenían que preocupar a los demás, eran otros...

Wolfo se levantó de su puesto de vigía mostrando su enorme silueta de tres metros y algo de nariz a cola y sus casi dos metros de alto. Era simplemente aterrador e imponente con su pelaje invernal y sus ojos claros. Se acercó al viajante que había remecido la tierra y procedió a hablar- Lamento que no hayas sido notado por mi protegida, hechicero terrenal, más estoy seguro que estaba ocupada con sus crías y estamos acostumbrados a los curiosos -hacía pasas en su hablar demostrando su solemnidad y seriedad, parecía demostrar sus más de doscientos años- Si es posible hacer alguna compensación humilde podría ofreceros comida o simplemente llamar a mi protegida para que se asome a saludar.

El lobo invernal tomó su postura serena parado en sus cuatro patas, mirando indiferente al hechicero. Era muy sabio como para demostrar curiosidad ante cualquier criatura y también muy experimentado para sentir miedo ante la magia.