[Libre] Los héroes también se pierden

Mirándolo en retrospectiva, quizá no había sido la cosa más brillante que se le había ocurrido. Quizá, sólo quizá, debería haber escuchado las advertencias de no meterse por ahí. Pero un gran caballero como él no se acobardaba, y de todas formas, no estaba oscuro todavía. Intentó tener eso en cuenta mientras iba a todo galope con su caballo, esquivando los árboles por allí.

Miraba a su alrededor mientras avanzaba, alerta a cualquier cosa sospechosa. A veces le parecía escuchar algo más allá de los galopes o notaba sombras extrañas, pero se decía a sí mismo que debían ser las demás criaturas del bosque, animalitos pequeños e inofensivos…

Aun así estaba comenzando a sentir sus nervios crispándose un poco…

Detuvo su caballo en un claro, mirando alrededor un poco desorientado. Trataba de ubicar por donde había venido, pensando ya que este paseo no había sido una buena idea, pero no había a quién pedirle indicaciones, por lo que dependería de su instinto para volver.

—N-no hay problema… —se forzó a sonreír con un toque de nerviosismo. No había nadie aparte de él en esa zona, pensaba, pero aun tenía su espada. Estaba listo para lo que sea, y no había razón para estar mal. Ahora, si sólo supiera el camino...

Estaba bien, todo lo estaría. Encontraría su camino y estaría comiendo en poco tiempo cualquier cosa que sirvieran para cenar. No tenía porqué preocuparse, no había na-

—¡Iack! —dio un respingo asustado al escuchar una voz y volteó hacia la fuente, un hombre de cabello largo y castaño. Por un momento pensó en desenfundar la espada, pero… no se veía tan malo…

Y traía ropa de campesino, así que… ¿era de los buenos? Esperaba… aun se mantenía un poco alerta, pero al escuchar que le ofrecían ayuda, se le iluminó el rostro. Como anillo al dedo…

—Good afternoon! —exclamó—. Umn… no es que esté perdido, solo doy un paseo, heh… aunque… no me vendría mal que me recordaran el camino.

No era lo más convincente del mundo, pero se negaba a dejar ir su dignidad admitiendo que no tenía idea de cómo regresar. Por un momento se quedó mudo antes de pensar. Arthur le había mencionado que siempre debía mantenerse al tanto de las personas desconocidas, y aunque no era fanático de escucharlo, por esta vez quizá lo haría.

—¿Quién eres tú…?

Caminaba tranquilamente por el bosque, bajo una capucha gruesa que evitaba que el sol entrase en contacto con su piel. Ya casi oscurecía, y era el momento en el que ella podría andar libre por todo el lugar, sin temor a salir lastimada por el astro rey.

Apenas iba a cruzar un pequeño claro que había por allí cuando sintió la presencia de dos personas más. Un humano y un caza recompensas. Sus sentidos se pusieron alerta y se ocultó rápidamente tras un árbol, mientras que se asomaba ligeramente para ver a sus "acompañantes". Uno parecía ser un caballero, y el otro, aunque parecía un humano común, claramente podía ver sus cicatricez de batallas.

Se mordió ligeramente un labio, sin saber que hacer. ¿Salía y se arriesgaba? ¿o mejor huía? Podían atraparla si hacía eso último. Realmente, estaba en aprietos.

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User: E-esto... ¿aún puedo unirme? Perdón si interrumpo.

Note una presencia en los arboles que habia detras mia. Era un vampiro¿Seria amistoso o no? Decidi arriesgarme y mientras miaraba al caballero del caballlo intente contactar mentalmente con el vampiro.
-¿Quien eres?¿Eres amigo o enemigo? Puedes confiar en mi, no te voy a hacer daño Espero que sea amistoso y que confie en mi. Debia evitar que el caballero se enterara
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User: Por mi no hay problema. Con tal de rollear^^

Escuchó lo que le decía y asintió con la cabeza levemente. Tenía sentido… aunque se le hacía extremo ir al bosque por hierbas, aun más solo. Él lo hacía porque era un caballero…

—Ah —no dudó en presentarse, después de todo no tenía qué esconder y nunca había sido de naturaleza precavida— ¡Soy Alfred! Un valiente caballero a tu servicio, Toris.

Lo dijo con mucho aspaviento. No vio la necesidad de decir su apellido, pero sí de bajar despacio de su caballo, al menos para poder hablar con más facilidad.

—Hey, si tanto dices que es peligroso… no deberías estar aquí tampoco —murmuró con una sonrisa, pero con genuina preocupación en los ojos— ¿Por qué no salimos los dos? O si lo de las hierbas es tan urgente te puedo hacer compañía, ya sabes, por tu seguridad.

Palmeó ligeramente su espada, como para asegurarse de nuevo de que estuviera allí. Ese lugar no dejaba de darle cierto mal presentimiento, pero no podía ser tan malo… estaba dispuesto a quedarse con el sujeto, no vaya a ser que lo atacaran… era su deber.


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Por mi tampoco hay problema~ y lamento la demora Dx

Pegó un brinco cuando escuchó una voz dentro de su cabeza. ¿Cómo era posible eso?

Se asomó un poco de su escondite, mirando a los dos chicos. ¿Acaso sería el castaño quien le hablaba? Esperaba y fuese así, no se fiaba de ese caballero. No les haré daño, lo juro, pensó en voz alta, y por un momento se sintió un poco tonta al hacerlo. Aun así, esperaba que el chico le escuchase.

Ahora el problema sería, ¿salir de su escondite o no? ¿El rubio ese sería tan tonto como aparentaba como para no darse cuenta de lo que era? Esperaba que así fuera.

Lentamente salió de su lugar, y fingió (o trato de) aparentar ser una campesina común y corriente, sonriendo.

- Hallo -les saludó- ¿se han perdido? - preguntó, inocente.

Escuchó una nueva voz y se volteó alarmado, un poco paranoico como estaba. Le extrañó ver a una muchacha por ahí, le habían dicho que en ese bosque solo se aventuraban hechiceros y algún que otro hombre lobo…

Iba a preguntarle qué hacía ahí antes de responder cuando Toris se acercó a abrazarla, mencionando algo de jugar a las escondidas. Ladeó la cabeza, visiblemente confundido mientras sus ojos paseaban de uno a otro, esperando entender.

—Umn… —había alguna voz en la parte de atrás de su cabeza que le decía que indagara más… aunque no era de escucharla a menudo— ¿Jugar a las escondidas aquí…?

No importaba cuando lo pensara… no era una buena idea.

Se quedó un poco pasmada por el abrazo, pero al escuchar nuevamente la voz en su cabeza, no pudo hacer más que sonreír y abrazar al chico de regreso.

Mi nombre es Maria Le dijo, sonrojándose un poco al no poder acostumbrarse del todo a responder mentalmente.

- L-lo lamento, e-es que me perdí -dijo, fingiendo inocencia. Puso su mejor cara de niña buena, alegrándose un poco de ser vampira, puesto que esto la hacía ver más adorable -. Perdón si te preocupé -murmuró.

¿Y tú? ¿Cómo te llamas? Le preguntó al chico mentalmente.

…

Sentía que algo no estaba encajando allí, fuera su intuición, fuera esa tal voz de la conciencia que sí poseía, sólo que elegía desobedecer de vez en cuando…fuera lo que fuera, algo le estaba diciendo que se inmiscuyera más.

Miró de la muchacha al chico, varias veces, buscando similitudes. No tenían ni un rasgo parecido… ¿pero quién era para juzgar? Su medio hermano y él eran muy diferentes y aun así tenían parentesco…

—Déjame ver si entiendo… ¿hace muchos años tu prima se perdió aquí … y de la nada aparece de nuevo? —se rascó la cabeza, con expresión confundida. No sonaba realmente incrédulo, él lo creía todo posible. Sólo era… sí, extraño— ¿Llevas viviendo aquí mucho tiempo? Porque se supone que el bosque es peligroso.

Preguntó con genuino interés, mirando a la muchacha. Tan raro…

Oh, maldición... Pensó aterrada, mientras que sonreía inocentemente.

Bien, al parecer ese caballero no era tan... idiota como aparentaba ser. Era más astuto de lo que ella había creído. Eso, o de verdad fue un golpe de suerte. Miró como el rubio le miraba fijamente, y se sintió incómoda, incluso hasta algo cohibida. ¿Se daría cuenta de lo que realmente era? Esperaba y no.

- Vivo en las montañas - señaló hacia el horizonte, allí donde el sol se ocultaba -. E-eh vivido allí con unos ancianos que me cuidaron desde pequeña, cuando me perdí - puso su mejor cara de niña perdida e inocente. Sólo esperaba a que su condición vampírica le ayudase con eso - ¡Me alegra volver a encontrarte, primo! - abrazó a Thoris, mientras que fingía un pequeño llanto.

No se lo va a creer, no se lo va a creer... Pensó, dirigiéndose al mago. ¿Qué harían si el caballero los descubría?

Miró el abrazo de los otros dos ligeramente confundido. Era un caballero y los suyos tenían que estar al tanto de todos los lugares poblados del lugar, pero ese no era de su conocimiento… ¿en las montañas? Bueno, no era imposible que unos ancianos vivieran allí, aun así…

—¿Y por qué no lo buscaste antes? ¿O porqué no acudiste a alguna autoridad por tu prima? —alternaba las preguntas, más dudas que respuestas.

Eso fue hasta que le golpeó.

Fue como si algo en su cabeza clickeara, se pusiera en el lugar correcto… de la nada. Como una epifanía, creía que le decían. Abandonó toda duda sin razón aparente y sonrió en grande, ya con una risa ligera en sus labios.

—Hey ¡pero es grandioso que se volvieran a encontrar! ¡se merece una celebración! —se rascó la nuca, sintiéndose torpe por no haber comprendido antes ¿En qué estaba pensando? Se le había olvidado.

Estuvo a punto de darle algo, de verdad. El chico no parecía creerse nada, y eso no hacía más que ponerle nerviosa. ¿Huiría? No tenía por dónde correr, y no creía ser capaz de abandonar a Thoris allí. Entonces su única opción era noquear al rubio.

Estuvo a punto de hacerlo. Sería algo fácil, después de todo (usaría su rápidez para aparecer tras de él y golpearle la cabeza). Sin embargo, antes de que diera tan siquiera un paso, el chico comenzó a reírse, dejándola aún más confundida y perpleja de lo que de por sí ya estaba.

- A-ah... s-sí, una fiesta, jeje~ -rió nerviosa, mientras que sonreía un poco. ¿Qué demonios acababa de ocurrir allí? No entendía nada.

Empece a alejarme del lago en busca de un lugar dond solo pudiera estar yo. Sabia q estando en el lago buscaria mil forma de ver a mis padres x una magia de espejo asi q decidi irme. Empece a caminar rumbo a un claro q habia visto en mi primera semana de haberme mudado a vivir en el lago, cuando senti la presencia de 4 personas. Pero al acercarme mas note q solo 3 estaban juntas y 1 estaba observando escondido por la oscura capa de arboles.

Decidida a no entrometerme queria volver a mi casa en el lago cuando de repente tropece y cai en un pozo muy profundo. (*Pense: mal momento para caerse en un pozo*). Cuando me levante supe q ya habian captado mi presencia asi q intente trepar pero me era imposible las paredes estaban muy mohosas. Asi q me di x vencida y pense en mi propia seguridad. -Ayudaaaa~~- empece a gritar pero al parecer nadie vendria a ayudarme asi q me quede quieta en el fondo del pozo y empece a llorar -Xq todo esto me tiene q pasar a mi :pale: - empece a pensar en como tube q huir del pueblo y de mi madre q me pedia q me quedara -Si tan solo la gente me conociera mejor no tendrian q amenazarme con quemarme- y empece a llorar de nuevo desconsoladamente sabiendo q nadie me ayudaria a salir de ese problema. despues de estar en el pozo empece a calmarme un poco xq sentia q todos aquellos se dirijian hacia dond yo estaba.