De compras para desayunar(privado Ingrid)

Era un lindo día soleado por la mañana, uno de esos que me hacían sonreír aunque por lo normal también solía disfrutar de la nieve. Desperté temprano, estirándome y bostezando en aquella casita donde vivía sola... lo que era bueno porque me daba cierta sensación de independencia al poder cuidar de mi misma pero a la vez me sentía terriblemente sola...me gustaría poder vivir con otras personas para estar un poco más acompañada, pero no tenía muchos amigos a los que pedirle una cosa como esa. Cepillé mis cabellos con cuidado, me puse un moño azul en ellos, y una camisa de color azul también, que llegaba hasta el principio de mi cintura, decorada con una cruz negra y una pequeña falda de color blanco. Cuando me vi bonita fuí a la cocina a prepararme el desayuno, solo para darme cuenta de que me había quedado sin provisiones justo en la noche de san juan así que tuve que salir al mercado para comprar lo que hiciera falta.

-Que día tan bonitooooo-el mercado estaba lleno de personas, mujeres y niños que hacían las compras de sus casas, y había muchos productos deliciosos y recién cosechados. Revisaba las fresas, sonriendo con una cesta bajo un brazo, sin llamar mucho la atención, porque a no ser de que usara magia no lograrian distinguirme de los humanos normales, lo que era bastante bueno porque así los caballeros no me molestaban. Luego de comprar las fresas, busqué leche fresca y pan mientras canturreaba animosamente atrayendo miradas sobre mí aunque no estuviera muy segura de porque... Era un día hermoso, y quería pasarlo lo mejor posible.

Desperto sin ninguna emocion en el rostro mirando a su alrededor. Era el cuarto de una casona, un cuarto muy descuidado. Se levanto de la "cama" -puesto que solo era un conjunto de hierbas secas dentro de una bolsa de piel de vaca- y tomo sus cosas para partir. Como cazarecompensas no tenia un lugar fijo para dormir, toda su vida independiente fue de ir y venir quedandose en casonas o incluso a la intemperie.

Tomo su bolsa de piel de grulla donde colocaba su ropa y pocas pertenencias, coloco su espada poderosa en su cinturon y salio de ese lugar despues de haber dado un pago por quedarse toda la noche anterior.

Al caminar miro el mercado que estaba lleno de personas, mayormente mujeres que buscaban ingredientes para preparar la comida o algun sastre para que enmiende sus mejores vestidos para asistir a una fiesta de gala. Pero de entre tantas personas, ninguna le llamo la atencion, ni una sola ...exepto por un ser que se movia entre las personas, podria jurar que habia visto un halo dorado rodear la figura de tan tierna muchacha que revoloteaba de lugar en lugar comprando cosas. No movio la mirada ni un momento de ella.

Seguí buscando en el mercado, sonriendole amablemente a los vendedores, preguntando por la leche y las frutas frescas para conseguir las mejores ofertas, y todos eran siempre amables conmigo, ofreciéndome de todo a precios muy baratos aunque yo no entendiera muy bien la razón. Quizás tenía que ver con que siempre sonreía y era amable con todos, por lo que siempre recibía todo fresco y delicioso. me dedicaba a canturrear cuando pronto me volteé y tropecé con una mujer alta detrás de mí-¡L-lo siento muchisimo!-la leche estaba a punto de caerse así que antes de que nadie pudiera ver lo que estaba haciendo hice un pequeño hechizo para que las cosas de la canasta flotaran en vez de caerse, y las agarre toda, mirando para todos lados a ver si alguien me había visto.

-lo siento mucho...¿se encuentra bien?-levanté la mirada para contemplar a la mujer con la que había tropezado, y al hacerlo mi rostro se tiñó por completo de rojo.Era...de verdad hermosa, como a mi misma me gustaría ser... un largo cabello rubio, unos ojos verdes agudos y penetrantes escondidos detrás de unos lentes... todo lo que hizo que me sonrojara aún más y que fuera incapaz de decir una sola palabra, un tanto avergonzada por mi torpeza, y rezando interiormente para que no perteneciera a los caballeros y no me fuera a meter presa por mi improvisado acto de magia.

Siguio con su mirada a la dulce jovencita hasta el momento en que la tuvo alfrente y choco con ella. Curiosa, pudo observar como la otra realisaba un hechizo para evitar que la leche se derramara. Estaba sorprendida ¿una hechizera? ¿que hacia aqui? en especial una tan bonita como la tierna jovecita. Se enternecio cuando miro el sonrojo y las torpes disculpas que ofrecia la otra, si su cara entendiera las señales de su cerebro seguramente estaria sonriendo de forma nerviosa y calida diciendole que no pasaba nada, que estaba bien. Pero era tan timida que no pudo decir nada.

Practicamente se quedo ahí, con una cara seria y los ojos clavados en ella y en sus mejillas sonrojadas, casi tan rojas como esos labios que parecian pintados con carmin.

- N' p'sa n'da ...¿U'ted e'ta b'en? -Pregunto con una mirada tan aterradora, era diferente a la mirada amable que queria proyectar.