Hermoso lago, ¿preciosa soledad?

Un día como cualquier otro, siempre pasa lo mismo la joven trata de hacer amigos, hablar con otras personas pero a último minuto ella se pone tan nerviosa que decide permanecer en silencio, decide escapar de el entrenamiento de todos modos nadie lo notaria.se dirigió al lago para descansar un poco, había escuchado que era un lugar peligroso pero no le dio importancia ya que le parecía imposible que un lugar tan bonito sea tan peligroso, en el lago la chica estaba asombrada, el lago era más hermoso de lo que había pensado. Ella se dirigió hacia un árbol para sentarse a un lado de este, observando de frente el lago se dispuso a descansar pero los pensamientos de su situación la sacaron de su tranquilidad
¿Si yo desapareciera de este mundo alguien lo notaria? Pero es mejor así, ¿no?
Es mejor si estoy sola, no tendría problemas que involucraran a otras personas, la soledad puede ser preciosa

Acababa de despedirme del pequeño Fernandito. ¡Me sentía tan feliz! Ahora tenía un nuevo miembro de mi familia y eso. Apenas y podía esperar para decírselo a Toño.

Me sentía un poco sin rumbo y ganas de hablar no faltaban por lo que comencé a buscar alguien con quien hablar. Miraba el día soleado, sintiendo una gran emoción, pero también tristeza al saber que solo cubierta podría ver el día. Extendí mi mano enguantada tocando los rayos del sol como si de lluvia se tratase.

Tal vez yo era una distraída, tal vez esa persona sabía pasar desapercibida. Tal vez era que ella estaba algo ausente en si misma o que yo no dejaba de mirar mí alrededor… pero termine tropezando con ella.

— ¡Lo siento!— exclame a penas, mirándole fijamente. — ¡Ahh!— apenas pude contener un quejido de dolor entre mis manos, al sentir como el sol lastimaba mi piel, para ser más exacta en el dorso de mi mano.

Mire a la muchacha, buscando temor en ella. — ¿Te lastime? — pregunte apenas, sintiendo un ligero escozor que de a poco iba desapareciendo, por lo que volví a mi habitual sonrisa despreocupada.

Re: Hermoso lago, ¿preciosa soledad?
La chica andaba viendo el paisaje que había en su alrededor, le gustaba estar en la sombra que le daba el árbol –“me pregunto si Arthur me regañara por irme sin avisar” -pero dijo pesimista - “no, nadie se va a dar cuenta de que no estoy” -para sorpresa de la canadiense siente que alguien se tropieza con ella, se fue rodando hasta pegarse con un árbol que no estaba muy lejos de allí -ah!-escucho una voz que le hablaba pero con lo mareada que estaba por el golpe no entendía lo que le decía - eh…- no podía hablar estaba un poco asustada al no saber quién era esa persona, ya que le asusta un poco los extraños, pero viendo esa sonrisa despreocupada de aquella persona la calmo un poco - “no, debo de tener cuidado, esa sonrisa puede ser falsa, puede ser una trampa” - pensó, no sabía confiar en los demás

Tendí mi mano, ya recuperada, hacia ella. —Me disculpo, pero no te vi— le sonrió mirándole. Aquellos rasgos eran más que curiosos, estaba segura. Le sonrió tranquila, sin darse cuenta del miedo que causaba en la chica. La cual era aparentemente muda.

—Bueno— hablo al fin— Creo que debo presentarme —comento casi para sí misma— ¡Yo soy Karmen Elizabeth Fernández Carriedo! —su sonrisa se ensancho un poco, sin perder su aparente naturalidad ni dulzura — ¿Y tú eres? — ladeo la cabeza hacia la izquierda, buscando respuesta a su pregunta.

Yo soy…Madeleine Williams-dice tímidamente mirando hacia el suelo, ella desconfía mucho de las personas pero en esta ocasión fue diferente , empezaba a creer que esa persona no la asustaba tanto – y…me tengo que ir…. – lo dice con una voz que no se oía, empieza a caminar dirigiéndose a la torre de caballeros pero nota que aquella persona la seguía.