En busca de algo delicioso (Libre)

Ella era una dama, nadie podía negarselo ¡claro que ella era una dama!
... Sólo que hasta a las damas les da hambre, así de fácil

Estaba harta de la refinada comida que podía obtener fácilmente en cualquier lugar ¡ella quería comer algo de verdad! ¿un ciervo? ¿un oso? cualquier cosa, con tal que llenara aquél apetito que la carcomía por dentro. Se internó en aquél bosque esperando encontrar una presa fácil... o algo que le diera lucha, la verdad quería divertirse, pero rápidamente sintió que no estaba sola, así que empezó a buscarle con todas sus ganas

Tal vez sería mas entretenido de lo que pensaba

Aquel lugar era muy parecido al bosque… pero por alguna razón estaba rodeado por el pueblo, el cual había crecido mucho desde la última vez que lo había visto. Había encontrado ya varios humanos que no verían el siguiente amanecer por lo que estaba más que satisfecha. Caminaba con total tranquilidad mirando de un lado a otro cualquier cosa que se moviera, e inclusive unas que no lo hacían. Pero de a poco me fui aburriendo hasta que sentí necesidad de encontrar algo de compañía.

No muy lejos divise una mujer a la cual solo podía diferenciar por su cabello rizado y castaño. Me acerque de a poco sin prisa, si me veía bien y si no ya lo aria.

Estaba a punto de tranformarse, de entregarse a esa deliciosa sensación que se apoderaba de ella cada vez que se convertía en lobo, entonces sintió una presencia cerca de ella asi que se detuvo, sin duda era la presencia de un vampiro, se oculto tras un árbol a observarle, era una chica... muy bonita, tal vez lo mejor sería salir a hablarle

- Bonjour~ ¿estas perdida? -le sonrió esperando que le respondiera

Caminaba algo nerviosa por aquel extenso lugar, totalmente perdida.

Se suponía que debía de atravezar el bosque para llegar al pueblo e ir por su víctima (ya fuese un muchacho o algún vagabundo), sin embargo, había tomado el camino equivocado y ahora no sabía dónde demonios estaba. Nunca había ido por esta parte del pueblo.

- Maldición... - susurró quedito, para luego sentir dos presencias a lo lejos. Una mujer loba y una vampira, tal vez de sangre pura.

Frunciendo el ceño, se fue tras el árbol más cercano, tratando de que nadie la notase. No sabía quienes eran, y podían ser enemigos, así que lo mejor era estar alerta ante cualquier cosa.

La joven volteo hacia mí sonriendo por lo que correspondí al gesto. — ¡Buenas!— le mire sin entender unos momentos. ¿Perdida? No quería ir a ningún lugar en especial y pasa salir de ese lugar bastaba caminar en línea recta hasta encontrar algo. —Podría decirse— tampoco sabía dónde estaba parada así que no mentía.

Otra presencia se sintió llegar, una vampiresa como pude identificar. —Bueno~ Yo soy Karmen ¡Un gusto!— me presente lo suficientemente fuerte para que ambas me escucharan. Sin darme cuenta comencé a pensar que hacer si atacaban…

Dejándome extrañada por mi idea de un ataque. Sonreía como siempre de forma tranquila y hasta despreocupada, contrastando con mis pensamientos. ¡Pero ciertamente la idea de una pelea era divertida!

¿Karmen eh? el mío es Francisse -se acerco a ella y luego sintió la presencia de alguien mas, sus instintos decían que era una vampira, se estaba escondiendo tras los arboles, y a ella no le gustaba que la gente se escondiera, eso solo la hacia dudar de las intenciones de los demás, por lo que dio media vuelta en dirección a la otra presencia

- Eh tu, sal de donde estás, se que hay alguien mas allí -dijo cruzandose de brazos y esperando un movimiento de la otra

Soltó un respingo al verse descubierta. ¡Demonios! ¿Y ahora qué haría? No tenía la fuerza suficiente como para enfrentarse a una vampira y a una mujer loba. Maldijo una y mil veces en su cabeza, para luego comenzar a salir lentamente de su escondite, preparándose para cualquier cosa.

Bien, si quieren pelear, ¡pues pelea les daré! Pensó, sonriéndo con algo de arrogancia.

- Hallo - saludó, cruzándose de brazos y tratando de parecer algo intimidante. Las miró con el ceño fruncido y sin bajar la guardia.

Nombre francés, fue lo primero que pensé. Eso explicaba el acento. — Un gusto Francisse ¿Puedo llamarte Fran?— pregunte, pero ni siquiera obtuve respuesta ya que Fran le pidió a la otra joven que apareciera.

Era bastante curiosa ya que poseía el cabello más blanco que hubiera mirado y unos ojos muy rojos. Tanto Francisse como la otra joven me parecieron muy bellas, pero no inofensivas. —Hola— le salude animada, feliz de encontrar tanta compañía y por una posible buena pelea.

Claro que puedes -dijo y volteo a ver a la chica que había salido, vaya, se había topado con dos vampirezas por demás hermosas, pero no quiso tocar el tema, le parecía extraño debido a la horrible tensión que podía sentir en el ambiente... ellas estaban listas para atacar, pero ella no sería bajo ningún caso la que empezaría con ello, le sonrío a la la albina y le guiño un ojo

- ¿Podríamos saber tu nombre? -se recosto sobre un árbol aun con los brazos cruzados, y una sonrisa coqueta en sus labios

Enarcó una ceja, confundida ante la actitud de las dos chicas. Parecían... muy felices, a pesar de que el ambiente era tenso y en cualquier movimiento, una de ellas comenzaría una pelea. Lo más probable es que ella la empesara, si los nervios la traicionaban.

- Maria - se limitó a decir, en respuesta a la pregunta de la tal Fran. Contempló fijamente cada uno de sus movimientos, sólo por si acaso trataban de distraerla y atacarla en cuanto menos se lo esperara - ¿Qué hacen aquí? - preguntó algo fría. Quería saber si ese era su terreno de caza para irse de allí, no estaba de humor y no tenía las fuerzas suficientes como para pelear por el territorio.

Les veía bastante entretenida.—Así que Fran y Maria— repetí para mí misma, esperando no olvidarlos. Fran se veía relajada y Maria parecía estar más a la defensiva por lo que no había ninguna amenaza aparenté.

Me coloque frente a Maria con la mano levantada, como pidiendo la palabra. — ¡Yo daba un paseo! Y luego encontré a Fran y ahora a ti— tenía mucho sin ver otra vampiresa, tal vez hacer amigas no me vendría nada mal. — ¿Y vos?— si ella podía preguntar, yo también lo aria ¿y si andaba de caza y la estábamos interrumpiendo?

Yo intentaba cazar -puso una sonrisa algo intimidante mientras seguía de brazos cruzados sobre el arbol -algo me dice que ustedes estan igual ¿no? aunque dudo que busquemos lo mismo -miro a la luna un momento y regreso su mirada a las chicas, tenian un aura que le fascinaba a pesar de aquella mascara de rudeza, aunque no sabía exactamente que era -¿No quieren seguir? porque yo si -se inco un poco esperando la respuesta de las vampirezas

Parpadeó, algo sorprendida por la forma de ser de las otras dos. Francisse parecía ser muy segura de sí misma, y no le molestaba en absoluto estar rodeada de vampiras. Karmen por su parte era... rara. No encontraba otra forma de describirla.

- Sí, estaba de caza - asintió sin relajarse un poco. Sin embargo no pudo evitar sentirse algo extraña cuando la rubia dijo aquello. ¿Acaso... le estaban invitando a cazar con ellas? No pudo evitar sonrojarse un poco, puesto que no estaba acostumbrada a cazar con alguien más. Cambió el peso de su cuerpo de un pie al otro, algo incomoda - E-err... no cazo en grupo - se limitó a decir, mirando hacia otro lado que no fuese el lugar donde estaban las chicas.