Las paredes que nos vieron crecer[Privado/Raivis]

Queria salir huyendo de alli. No queria estar en la puerta de aquella cabaña. Pero se había apostado con Tayrus el poder pasar una noche entera en aquella cabaña. Habia acuidido antes del anochecer, para poder verlo todo con los rayos de sol y que no le asustara tanto-por que sabia que iba a pasarlo fatal esa noche- Antes de entrar por aquella puerta cerro los ojos y empezo a rezar en silencio. Que el Señor tuviera compasion de él y que sobreviviera a aquella terrible experiencia.

Con un cuidado infinto abrio la puerta de la casa, que le compenso con un chirrido que le hizo daño en los oidos además de asustarlo de sobremanera. Empezó a temblar y a pasos pequeños se adentro en la casa. Se sobresalto cuando la puerta se cerro de golpe. Ya no había marcha atras, no podia salir. Por suerte no había cambiado mucho la casa, aunque a fuera todavia el sol inundaba todos con sus rayos el no era capaz de ver ni dos palmos por delante de él. Consiguio adivinar la figura de un candelabro de plata encima de la mesa y con magía prendió las velas.

Por fuera parecia una cabaña pequeña, pero por dentro todo cambiaba, solo estaba protegida por un hechizo que le hacia parecer lo que no era. Se quedo quieto, intentando calmar sus temblores para que por lo menos, las velas no se apagaran. Al ver quera imposible se sento en las escaleras dejando el candelabro a su vera. Entecerro la cabeza entre las manos y empezó a rezar en silencio. Que no pasara nada, que no apareciera nada extraño, que no hubiera sobresaltos, que pudiera dormir en paz....

No siempre sentía ganas de hacer una matanza horrible. No era común y odiaba que la idea ronada en su cabeza con tanta seguridad, tantas imágenes, vívidas. Las cosas se daban de aquella manera cuando encontraba un lugar para vivir tranquilamente, los aldeanos se enteraban y quemaban su hogar. Realmente los odiaba en esos momentos. Él buscaba una vida tranquila y lo único que conseguía era que le quemaran la poca ropa de la que era dueño.
Por ahora trataba de calmarse en aquella enorme y extraña casa totalmente abandonada –previamente verificado, dos veces-. Alejada del pueblo, era difícil que la encontraran, estaría bien. Esperaba que no la quemaran así que no se quedaría más de dos días ahí, simplemente para buscar un lugar diferente, la casa era demasiado hermosa como para dejar que la quemaran.

El alma se le vino al suelo al escuchar a alguien entrar. Ese alguien seguramente buscaba nada más que un lugar para descansar, durante el día ¿Qué haría? ¿Recorrería la casa? ¿Se iría? ¿Encontraría su cuerpo y le clavaría una estaca? Cualquiera fuera su elección no podía dejarlo seguir.
A medida que se acercó a él, pudo sentir con cada vez más fuerza el olor a miedo que exhudaba por cada uno de sus poros. Más adelante pudo ver como se movía la llama, correspondiendo los temblores del portador.
De espaldas solo podía ver su sombra, temblorosa, por él y por la llama, perturbable, pero era obvio, por el olor que era aquel Thoris que había dicho ser su hermano, al que le había creído en un primer momento, pero había quedado ahí. Solo el primer momento, luego… Luego habían aparecido las dudas.
Thoris. Liet. No había que olvidar al hombre que sin ser vampiro gustaba de tomar sangre de niñas. No entendía cómo hacían dos personas para vivir en un mismo cuerpo, o cómo seguía manteniendo el control Thoris, siendo Liet alguien tan dominante y aterrador.
Bajó un par de escalones sin hacer el menor ruido.
- Sveiki –susurró apoyando una mano en su hombro, no sin un dejo de maldad.

(Mil disculpas por la tardanza u.u)

Grito de miedo cuando noto que algo le tocaba el hombro. Se incorporo de un salto y cogio lo primero que tenia a mano para defenderse, el candelabro. Si, se veia patetico asi, temblando, con los ojos cerrados amenazando a lo que fuera; por que proveniendo de esa casa, se podia esperar cualquier cosa-Q-Que se-sepas que n-no ¡q-que no t-te tengo m-miedo!-ahora esperaba escuchar un "Oh, Thoris quiere dañar a aquel quien lo acogio. Thoris deberia aprender lo que es la gratitud" Incoscientemente se encogio como forma de autodefensa antes de abrir los ojos y ver a Raivis.

El miedo paso a ser enojo y de alli paso a ser vergüenza-¿Por que lo hiciste?-su cara estaba roja, sobre todo por la imagen patetica que le estaba mostrando al menor. Cogio bien el candelabro y lo miro. Aun se sorprendia de verle con la misma apariencia que tenia hacia un siglo. El había envejecido solamente tres años desde que huyeron de alli. Aunque el por que de no envejecer era completamente distinto.

-¿Que haces aqui?-No queria ser indiscreto ni nada de eso, pero eso lugar le daba miedo, y aunque el otro hubiera perdido la memoria, debía sentir el mal que emanaba la casa.-Bueno, me alegra de no pasar la noche solo-sonrie levemente. Tenia razón, iba a ser una noche muy larga.

(No pasa nada^^. Aunque tengo una propuesta para ti. Te apetece rollear LietLat??-se quedo con las ganas-)

El grito lo tomó por sorpresa y pegó un pequeño salto en el lugar, mirándolo algo asustado, la gente hacía cosas impredesibles cuando estaba aterrada, en cierta forma era divertido ver cómo reaccionaba cada uno, pero en este caso lo ponía nervioso ¿Qué haría si su hermano lo atacaba? ¿Qué haría si Liet lo hacía?
- N-no, so-soy yo –se señaló a sí mismo, al tiempo que lo día, en una voz demasiado baja tal vez, tratando de hacerlo con la mayor rapidez posible, dentro de los movimientos humanos.

-Yo- yo-yo lo siento, no-no fue mi intención, tra-traté de hacerlo con-con cuidado pe-pero igual vos-. Pe-perdón. No pe-pensé qu-que fueras a estar tan asustado –bajó la vista, buscando una mejor respuesta, un calmante, algo que le permitiera hablar bien.- ¿E-estas bien? –cambiar de tema era lo mejor que podía hacer. Realmente no entendía qué ponía tan nervioso al otro, la última vez que lo había viso se había mostrado muchísimo más calmado, es decir: que no siempre era así, que algo lo estaba provocando.

- Quemaron mi cabaña… -contestó bajito, mirando al piso, como con resentimiento y dolor- Con todas mis cosas… -agregó, ya en un inaudible susurro.
Lo miró extrañado- ¿Y vos? ¿Por qué viniste? –era obvio, que el temor venía con la casa, el lugar y demás, tal vez le tuviera miedo a la oscuridad, o a la soledad, como él mismo, pero Thoris tenía ésa segunda personalidad que lo acompañaba constantemente- ¿Solo? ¿Y Liet? –si bien no parecía la mejor persona para campamentos, o noches depresivas, era alguien… En cierta forma muy extraña que no terminaba de entender.

(Me encantaría *w*/)

Se llevo la mano al pecho, por lo menos estaba algo más calmado y sus temblores se había controlado, parcialmente, todavia estaba asustado. Ya se encargaria de devolverle ese susto, eso no iba a quedar asi, ni mucho menos. Además de que no era un hombre serio y estirado. Tenia varas facetas, entre ellas el de ser vengativo.

-Siento lo de tu cabaña. Se lo que es ser perseguido....-se acerco a él y le abrazo para mostrarle su apoyo, que estaria alli para todo lo que necesitara. Le beso en la cabeza y la acaricio la espalda, reconfortandole. Estuvo un tiempo asi, hasta que se separo de él.

-Si, estoy solo...Es que han pasado muchas cosas desde la última vez que nos vimos-empezo a reir un poco.-Ahora mismo tiene que estar o bien en casa riendose de mi, jugando con su hijo o en la taberna emborrachandose-puso los ojos en blanco y subio unos escalones más.-¿Has investigado un poco la casa?-le extendio la mano para que le acompañara, algo sonriente, aunque todavia sudaba un poco por el miedo y sus ojos se movian nerviosos, intentando ver todo lo que se extendia a su alrededor. Le gustaria ser como un buho y girar la cabeza 180 grados para que nada le sorprendiera.

(Me has echo la persona más feliz del mundo aceptando-parece que la ha propuesto matrimonio(?)-)

- A esta altura, ya debería estar acostumbrado –murmuró correspondiendo el abrazo, por más extraño que le pareció, tal vez realmente lo necesitaba, el agarre de una mano agonizante, no era lo mismo que el contacto aquel con su hermano. Sin embargo, lo sintió un tanto largo, no que le molestara, sino que, por común acuerdo de las personas, era así. Al separarse lo miró a los ojos, más interesado en lo que decía.
- Oh… En-en ¿hi-hijo? –lo miró totalmente sorprendido, casi horrorizado- Pe-pero… ¿no eran uno? ¿Có-cómo se separaron? –la confusión lo invadió de golpe, junto con la curiosidad.
- No, no realmente… Busqué un lugar para dormir, na-nada más –observó su mano y no se detuvo mucho tiempo en considerar tomarla o no, lo hizo y ya. Notó su nerviosismo en el correr de su sangre, demasiado apurado- Tho-thoris… estas… estas bien? –era obvio que no, pero no quería incomodarlo demasiado, es decir, ya de por sí debía encontrarse en una posición difícil, lo hablarían si él quería- Si-si te asusta que aparezca alguien… Yo puedo avisarte… -o, simplemente podía soltar lo que tenía en la cabeza sin pensar mucho, como hacía normalmente. La segunda opción, siempre era la mejor, o no, pero ya no recordaba la primera.


(jajjaja xD ;w; <3 Es el incio de algo hermoso(?). Per´don por la tardanza, me están matando en la escuela ;n;)

Empezo a reir. No era una risa nerviosa ni nada de eso. Era una risa relajada, que le hacia olvidar levemente el lugar donde estaban-Es un poco largo de explicar, la verdad. Simplemente te puedo decir que averiguamos que fuimos gemelos en algun momento y el vivio en mi cuerpo hasta que se hizo la bastante fuerte como para crear un cuerpo para él-le sonrio levemente-Además, tuvo a Charles hace 50 años, cuando todavia utiliazaba a mi cuerpo-suspiro por eso. Charles podria haber sido un hombre de provecho, pero Tayrus lo había estropeado todo por su egoismo propio.

-Gracias. Eso....me ayudaria mucho-sabiendo que Raivis estaba a su lado, tomo aire y avanzo por los pasillos, notando siempre su manos fria. Tenia una idea. Queria ayudarle a recordar algo de su pasado, y nada mejor que esta casa para ayudarlo.

Avanzó por los pasillos hasta una puerta de madera algo vieja. Solto de la mano al menor y luego intento echar la puerta abajo con el hombro, consiguiendolo a la tercera intentona. Observo la habitacion, habia un monton de objetos tapados con telas. Se acerco a uno y lo quito, mostrando un monton de cuadros. -Tiene que estar por aqui....¡Aja!-sacó uno de los cuadro y se giro mostrandoselo. Sería de cuando eran niños. El cuadro seria de hace un siglo, pero valia-Una prueba, por si todavia tenias dudas...-Era el unico cuadro que tenian los tres juntos. En su mente se cruzo la preguna de que le pasaria a Eduard. ¿Estaria muerto o había sido convertido? Sacudio la cabeza y mira sonriente a Raivis, esperando una reaccion por su parte.

(Y muy hermoso además....Y no te preocupes...Yo tambien estoy de examanes, por desgracia. Bueno, a ver si en Vaciaciones coincidimos por la CB^^)

- Oh... Parece algo complicado... Osea que es también tu hijo? Pensé que sería un niño, pequeño -puso las manos a distancia de un enano, para enfatizar- ¿Y qué se siente ser libre?
Asintió con una sonrisa amable. Thoris decía estar asustado, pero aún así, era quién guíaba la caminata. Mientras recorían, fue mirando los empapelados antiguos, los portarretratos con pinturas raídas, carcomdias por las polillas y otras, simplemente un pedazo de tela gris, con algún color apagado. Era una vista realmente deprimente, pero aquella podía ser su casa con fácilidad, nadie lo encontraría ahí, era perfecto.
Lo observó hacer algo que él mismo podía hacer con facilidad, pero no se le ocurrió en el momento, simplemente esperó que no se lastimara. Entró con cuidado en la habitación, siguiendo al mayor. En ese lugar era probable que hubiera libros, antiguos, con hermosas tapas viejas. Tendría que buscar en algún momento, había demasiadas cosas. El "grito", por así decirle, de su hermano, lo sorprendió y volvió la vista a él con rapidez, luego la bajo al cuadro- ... ¿Y él? ¿Dónde está? - señaló al rubio de pelo lascio que se encontraba a la derecha, todavía no usaba anteojos, fue lo primero que se le cruzó por la mente, comenzó a retorcerce los dedos con nerviosismo, ahí estaba, de pequeño, también estaba Thoris, y alguien más... Alguien que empezaba con D... o con E, o algo por el estilo.- Somos hermanos, pero no nos parecemos mucho -comentó sonríendo, acercandosé un poco más al cuadro- Podríamos ponerlo en algún lado, más visible -con eso comenzaría a hacer aquella casa emburjada, un hogar.

(Oh D: Mucha suerte, espero que te haya ido bien ;3 Espero que sí n.n)

-No creo que sea mi hijo...Por lo menos no separece a mi....Y si, es un niño pequeño, y es un pelin más alto de lo que dijiste-tomo algo de aire-Murio con 10 años y ahora es un fantasma...-desvio la vista, haciendo entender que no queria seguir hablando del tema

Se sorprendio un poco de la pregunta...¿Ser libre?-Pues no sé....Siento que, por ejemplo, mi sangre ya no es tóxica, como lo era antes, aunque de lo que estoy seguro es que sigo siendo inmortal.¡Sino ya estaria muerto!-rio algo nervioso, era algo que no se habia parado a pensar en eso, ni se le había pasado por la cabeza. Había abandonado su miedo a la muerte, por desgracia, lo unico en lo que había pensado en el ultimo siglo era en la muerte.

-Eso te queria preguntar...-miro el cuadro, aunque lo veia al revés.-Os marchasteis juntos. Yo tenía a mi amada esperandome...-Se apenó al recordarla, pero fue momentaneo, ya lo había superado por completo.-Pero bueno....ahora nosotros nos hemos reencontrado. Debemos estar felices-se sonrio con la sonrisa más calida y amplia que tenia.

-¿Vas a vivir aqui?-el nerviosismo se volvio a hacerse presente en su voz. Todavia seguiá traumado por los hechos que habia vivido alli-Si quieres puedo ayudarte a convertir esto en un hogar mas agradable. ¿Donde quieres el cuadro?-Hizo levitar el cuadro a unos cuantos palmos del suelo. Era lo bastante fuerte como para llevarlo, pero asi era como podía evitar que se dañara el cuadro.

(Apruebo con la nota minima, pero bueno, apruebo que es lo más importante.Espero que a ti tambien te haya ido bien^^)

- Oh... -bajo la vista, quería preguntar cómo moría un niño de diez años, es decir, siendo tan joven, no entendía en qué clase de peligros podía meterse, pero, obviamente su hermano quería dejar el tema. Hablar de la muerte de alguien tan joven, no debía ser exactamente... "lindo".
- Eso es un problema -dijo con una sonrisa algo forzada, pero rió con él, era bueno saber que podía estar con él tranquilo, que no moriría- Entonces... ¿Nada te mata? O... ¿hay cosas pequeñas que sí? Por-porque yo sé que podría morir si quisiera.N-no-no es que quiera matarte, es-es solo para-para saber -agregó con nerviosismo.
- Ah... No, no sé nada -respondió inútilmente, sonríendo avergonzado. Se sintió culpable, sentía como que había fallado en cuidarlo. Si a él lo habían convertido en eso, ¿Qué le habrían hecho al otro? Tal vez ya estuviera muerto... Levantó la vista del cuadro para sonreírle- Así es -junto las manos atrás, sin dejar de sonreír. De repente, la duda de cuánto tiempo su hermano se quedaría apareció, furtiva, en su cabeza. Trató de olvidarla, no era algo de lo que tuviera que preocuparse de momento, si bien como inmortal, debía pensar siempre a futuro, había cosas que no quería pensar.
- Esperaba poder hacerlo... Pero... -al escuchar el ofrecimiento sonrió contento- Sí, gracias. En... En la entrada supongo que estaría bien, ¿no? -quería que el cuadro estuviera a la vista, para verlo de vez en cuando y para marcar el territorio, hacer notar que la casa era suya y el dueño anterior había muerto, incluso si seguía vivo.
Comenzó a caminar hacía la salida- Thor-Thoris... ¿Vivirás conmigo? -preguntó al detenerse en el pasillo y mirarlo con cierta pena, o súplica que no pudo disimular.


(Exacto xD Bueno, felicidades entonces \o/. Sí, mejor que otros años xD me queda rendir una materia mañana =w=U... Hoy ;A;)

Se rasco levemente la cabeza, pensando-Tengo un hermano de sangre vivo...Él es el unico que podria acabar con mi vida...¡Aunque no tengo prisa en morir ahora!-Le coloco una mano en la cabeza-Estare cuidando de tí siempre...hasta que te hartes y me eches a patadas de tu vida-obviamente lo decia en broma, pero decia de corazon el cuidarlo, aunque ya no era el niño que era antes, eso lo tenia claro.

Alzo un poco mas el cuadro y empezó a andar direccion a la entrada, adelantandolo un poco. Se dio la vuelta cuando le hizo la pregunta...-Raivis...-Se acerco a él y se arodillo para quedar a su altura.-Tengo mi vida...Acabó de abrir de nuevo la boticaría y tengo que organizarlo todo..y no puedo fiarme de Liet para hacer eso..-Clavo sus ojos en los del menor-Ademas yo no podria quedarme...Este lugar me trae malos recuerdos. Aunque lo cambiases todo...tendría que pasar mucho tiempo para que yo me sienta cómodo viviendo aqui...-le dio un beso en la frente-Pero pasaré por aqui todo mi tiempo libre para ayudarte y estar contigo...Te lo prometo, si no lo cumplo, tienes derecho a beber mi sangre-sonrio y se incorporo.-Y ahora vamos a colgar el cuadro.-Le dio la espalda y avanzo por el pasillo algo deprimido. Había deprimido a Raivis o por lo menos eso pensaba.

(A mi mañana me dan las notas, justo el día de la Loteria de Navidad...Espero que el de filosofía sea simpatico y me ponga un 5 aunque tenga en el examen un 4'25 por que los trabajos deben de subir algo, ¿no?)

Lo observó con curiosidad- Eso es bueno -sonrió ya acarició su mano leve y rápidamente. Todavía le quedaba la duda de cómo podría matarlo, pero si lo preguntaba tal vez pensara que estaba planeando su asesinato- No lo voy a hacer -comentó sonriendo, realmente contento. Ahora tendría a alguien que le recordara que debía comer antes de leer, que ignorar la sed casi constante no es una buena opción y que hay un límite para todo. Excepto para el alcohol.

Siguió caminando, el cuadro flotaba sobre a una distancia corta del piso, y él lo observaba para no parecer tan desesperado, porque estaba seguro que así debía lucir, aunque no fuera tan cierto. Lo observó con cuidado, tratando de no mostrar expresiones ahora, para controlar sus sentimientos.
- Yo-yo entiendo -respondió, apenas el otro terminó de hablar, tratando de sonreír, no sin dificultad, pero no tenía que dejar que su hermano se preocupara de más, ya era bastante con que estuviera ahí adentro. Cerró los ojos al recibir el beso- Bien -retomando su compostura, sonrió como si estuviera alegre de nuevo. Lo observó alejarse unos pocos segundos, para luego caminar a su lado, o un poco más atrás, mejor dicho.
- Voy a plantar margaritas en todo el jardín -comentó con una sonrisa, tratando de cambiar de tema, al tiempo que tomaba un pedasito de su ropa entre los dedos, para que no se alejara nuevamente, de momento, por lo menos.



( Oh! Cómo te fue? *w* Te subieron los trabajos? *w* Feliz año nuevo atrasado :B. Perdón por tardar tanto u.u)

Se animo un poco cuando le vio sonreir, parecia que no se lo había tomado tan mal y eso le hacia no sentirse tan mal, pero aun asi, se sentia una persona despreciable. -¿A, si?-apartó una de las cortinas con cuidado, observando el jardin totalmente abandonado. El sol todavia no se habia ocultado y todo estaba inundado por una luz naranja-Sabes, Liet encontro un hechizo para que a los vampiros no es afecte la luz del sol....-comentó en voz alta, tal vez le interesaria.

Cogio las cortinas, hechas de una gran tela pesada. Tal vez pòdia hacer algo con su magia, para compensar lo de antes. Se giro y le tendio el cuadro.-Ve a colgarlo, yo voy a hacer una cosa-sonrio y le tendio el cuadro, con cuidado. Despues, sonriente se dirigio a una de las habitaciones centrales de la casa.

Cerró la puerta tras de si con el cerrojo. No es que no se fiara de él, pero debia concentrarse para hacer un hechizo tan poderoso y sin ayuda de Tayrus. La habitacion estaba vacia, con pesaded se dejo caer en el suelo. Ya estaba viejo para estas cosas. Sonriendo por aquello cerro los ojos y se coloco con las piernas cruzadas sobre el suelo. Una vez que se relajo, se concentro. En un susurro, casi de forma frenetica empezo a recitar el hechizo.

De golpe todas las ventanas se abrierón, creando una corriente de aire que se llevó todo el polvo y todas las telarañas de toda la mansion y la dejo inundada de un olor que él diria de flores silvestres. Las cortinas fueron sustituidas por otras de gasa blanca y los cristales de las ventanas se tintaron. Permitina entrar la luz, lo bastante como para no estar con velas todo el día. Continuo con todo este cambio mientras que ignoraba el dolor que aquel hechizo le provocaba. Las orejas le sangraban; la sangre salia de dentro del conducto; su timpano habia reventado, la boca le sabia a sangre y el corazon le daba pinchazos. Las palabras del hechizo se veian interrumpidos por quejas ahogadas de dolor, pero debia, queria continuar, todo esto era para compensar a su hermano

(Si, al final aprove todas!!!!-huggea-¿Y a ti que tal te fue? -huggea más fuerte-Feliz 2012 atrasado a ti tambien. Y no te preocupes por tardar, asi me quitas algo de trabajo, debo demasiados post =P)

Estuvo a punto de acercarse a la ventana cuando corrió la cortina pero se detuvo al segundo- Sí, darán vida a la casa, es probable que venga menos gente a hacer una prueba de valentía así –sabía cómo era el jardín pero también sabía que podía comprar fertilizantes y regar varios días antes de plantar las margaritas, faltaba bastante para la primavera. Tendría tiempo.- ¿A-a-ah? ¿Ah si? -Lo miró ilusionado- ¿Po-podría probarlo? –dio unos pasos hacía él pero se detuvo apenas sintió el calor del sol en la mano que se estiraba a su hermano. Sacó la mano inmediatamente, como si hubiera puesto la mano en el fuego.

Tomó el cuadro con obediencia y lo miró curioso pero contento- Esta bien –se marchó sin decir mucho más, cargando con cuidado el cuadro, para que no se golpeara contra el piso, ya que casi tenía su estatura. Antes de desaparecer por el umbral, dio una última mirada, para ver qué hacía su hermano. Lo espiaría, de lejos, la curiosidad le ganaba.

Escuchaba atentamente a su hermano mientras limpiaba un poco el cuadro, con un trapo seco, a falta de plumero que no lastimara la pintura. No entendió una palabra de lo que dijo mientras estuvo encerrado pero encontró clavos para colgar el cuadro y justo cuando estaba a clavando uno, entró el viento, el olor extraño, se fue el polvo que cubría todo, la casa parecía brillar, probablemente porque el sol había logrado entrar y mostrar las cosas como habían sido antes. Se escondió dentro de la chimenea inmediatamente, dejando el cuadro apoyado a un lado de la misma. Abrazando sus piernas, esperó a que las cortinas volvieran a cerrarse, acurrucado en una esquina. Olió el aroma, más calmado ahora. Era… una mezcla… de algo parecido al bosque o llanura y la comida, no, eso no era comida, porque él no comía, era sangre. ¡Sangre! Salió corriendo lo más rápido que pudo hasta la habitación de donde salía el fuerte olor y la rompió para entrar.- ¡Tho-tho-thoris! –se desesperó, sin saber qué hace, pero por lo menos no se fijaba en las quemaduras de las manos o parte de la cara- ¡Pa-para! –miró para todos lados, en busca de algo que lo ayudara a pararlo. NO había nada, absolutamente nada que pudiera servirle. Se agachó, o tiró sobre él y lo abrazó, repitiendo, un “No”, lleno de miedo por su hermano.

(Oooh que bueno \>w</ -hugs back- Me quedó una sola ewé que la rindo pronto xDU Gaah estoy igual, me fui de vacaciones y estoy llena de posts para contestar ;A;)

No oia ni veia nada. Había abierto los ojos pero no veia. Sus ojos eran completamente rojos ya que las venas había estallado. Pese a esto seguia recitando el hechizo.¿Estaba loco? Pues seguramente. Pero en algun momento había sentido que era una experencia cercana a la muerte y Dios sabe que él había deseado morir varias veces. Un quejido quedo salio de sus labios cuando algo se lanzo contra su cuerpo. Pero no era un impacto, sino un abrazo. Dejo el hechizo y le devolvio el abrazo mientras que entre combulsiones su cuerpo se iba recuperando.

Su mano derecha busco su rostro y se sorprendio de notar unas llagas en su mejilla. Pensaba que habia tintado bien los cristales. -Raivis....Siento haberte hecho esto...-Buscon con la mano la otra mejilla pero dio con sus labios. Casi sin pensarlo y siguiendo lo que su mente y su corazon le dictaba le beso en los labios.

Ahora no queria pensar en todas las implicaciones que aquella muestra de amor significaba. Pero se lo habia estado pensando. Hace un siglo habia sentido lo mismo que ahora, pero fue demasiado cobarde como para demostrar algo. Ahora habia madurado, aunque tuviera que hacerlo en el sentido de no ver al rubio como su hermano pequeño.

Se separo de sus labios, despacio, disfrutando de su sabor, de la sensacion de que estaba haciendo algo mal. Pero no le importaba. Abrio un poco los ojos y observo el rostro del pequeño, algo borroso ya que sus ojos no estaban curados del todo. Los volvio a cerrar y apoyo la cabeza en su hombro. Estaba rojo hasta las orejas. Pero le daba igual. Se había atrevido a hacer lo que había deseado hacer hacía mucho tiempo, y eso le dejaba una buena sensacion, aunque su corazon latiera a mil por hora por los nervios de como reaccionaria.

Debajo de su no, siguió escuchando sus palabras ininteligibles con terror. Su aspecto era terrible, no cabía entre los futuros posibles que muriera. El abrazo que le devolvió no terminó de tranquilizarlo por lo que siguió apretandoló contra él. No le permitiría irse. Todavía respiraba como alguien que esta apunto de llorar, cuando sus labios se juntaron, no era algo que esperara exactamente en una situación como esa pero no dudó en contestarlo, casi sin pensarlo juntó con más fuerza sus labios, decidido a no dejarlos ir.
Se contaban con los dedos de una mano la cantidad de veces que un beso lo había atrapado como aquel. Rara vez un beso le gustaba, rara vez quería fundirse con la otra persona.
Ahí recordó, en pocos segundos, los pequeños momentos en aquella casa, momentos en los que lo protegía, donde le contaba historias, para olvidar todo el horrible día que habían pasado trabajando exhaustivamente, mientras Eduard, rogaba que se callaran para poder dormir, quejándose de que todos los días era lo mismo.

Lo observó alejarse, mirándolo a los ojos, quería que se juntaran de nuevo. Seguía sintiendo el calor contrastante con su fría piel, la respiración contra su piel, mezclándose con la propia. De repente lo golpeó la palabra “Hermano” y bajó la vista un momento, pensando, considerando diferentes maneras de excusar lo que acababa de pasar, la que sonara más linda ya que no le importaba.
Sin soltarlo, acarició su pelo tranquilamente, tratando de ignorar el latido de su hermano que no dejaba de sonar dentro de su cabeza, no permitiéndole pensar en nada más.
- A-aaaah- Aaaahp… - trató de comenzar a hablar, pero como siempre, cuando se ponía nervioso su cerebro parecía apagarse o irse y reusarse a volver, como niño encaprichado. Se calló durante unos minutos, todavía pensando- … Eeehp… -suspiró fuertemente y apoyó la cabeza sobre la ajena, cerrando los ojos, tratando de calmarse pero no lo conseguía, necesitaba, primero, más sangre, de las botellas. No de su herm- de Thoris. –Eeeehp… Tho-Thoris… ne-necesito… ne-necesito tomar… Eeeh… Sa-sangre y… e-eeso… -había pensado levantar su cara y acariciar su mejilla pero la idea lo avergonzó demasiado.

Le siguio abrazando, sin soltarlo, no quería, no podía ya que su cuerpo todavia no reaccionaba bien, seguia bastante dolorido. Sonrio cuando le acaricio los cabellos, se sentia bien, le producia una sensación muy agradable. Por lo menos no le había rechazado, no le había golpeado, no le había dicho que parara, si no que le había correspondido. Eso le hacía muy, pero que muy feliz.

Asintio levemente cuando oyo lo que necesitaba.-T-Tengo b-botellas....p-por algun l-lado de mis r-ropas...-se alzo levemente e incorporo la cabeza pero aun sin soltar el abrazo, se sentia bastante débil. Cogio una de sus manos y tras besarla levemente la llevo hacía cerca de sus pantalones.

No quería nada malo con él. Solo es que las tenía alli guardadas. Le guio hacía una de las botellas, era fresca, de hacía dos días, en realidad. Cuando vio que la tenia sonrio y dejo que bebiera en paz, tranquilo.-¡Estupido, ¿que cojones ha pasado?! A Ares casi le da un infarto-hizo una mueca de disgusto. Ya estaba el de siempre molestando. No penso ni si quiera en responderle, ahi se quedara, con la duda.

Su mente todavia pensaba en lo que habia pasado, y su cuerpo le pedia que le besara cuando acabara de beber, y no solatarle nunca, pero nunca nunca, estar toda la eternidad pegado a sus labios, dandole igual el mundo, sus "amistades" todo le daba igual, solo queria estar con él, parecia un niño egoista, pero le daba igual, nunca habia podido tener lo que deseaba y ahora lo tenia, despues de pasar muchisimas penalidades, no lo iba a soltar por nada del mundo. A Dios ponia por testigo que se quedaria con Raivis y serian una familia feliz. Se sonrojo al pensarlo. ¿Le pediria matrimonio? ¿Seria su hermano su tercer "esposa"? La idea le gustaba, y el transformarlo en mujer para tener hijos tambien. ¡No! estaba dando por supuesto muchas cosas. Esto se debia hablar tranquilamente, aunque mas que hablar, Thoris lo que queria era perder la virginidad de una vez por todas.

“Sangre… Sangresangresangre” Canturreaba su mente incesantemente, tal vez intercalado con un “Besobeso sangre” y todo pintado de confusión mayormente. Se sorprendió cuando tomó su mano y la besó y aún más mientras la iba llevando a su pantalón. Hizo una mínima fuerza para que dejara de guiarla hasta su entrepierna, no quería tocar nada, quería sangre pero cuando se dio cuenta que iba otro lugar dejó floja la mano. No quería pensar, quería sangre. La sangre en el piso de la habitación, de los ojos de Thoris, de las paredes, de los muebles. Había tanta sangre por todos lados… Asió la botella y la sacó con rapidez, la destapó con la boca como hacía si no había tiempo para andar con modales y se puso a tomar. Mirándolo de reojo a cada rato, viendo qué hacía.

Tardó en terminar la botella y cuando lo hizo tenía un vivo color en la piel y los ojos. Parecía por demás vivo, con un corazón latiente y una vida por delante. No miró a su hermano, miraba el pico de la botella, pensando, escuchando. Esos días que tenía después de haber tomado sangre, en donde podía escuchar todo y tenía la mente tan clara, eran sus favoritos. Pero no podía tomar con mucha frecuencia o se darían cuenta de la falta de personas con sangre. También estaba el problema de que, al pensar rápido, solucionar las dudas inmediatas, divagaba con la misma rapidez, la concentración durante un largo tiempo no era lo suyo y nunca lo sería, estaba seguro, pero volviendo al tema de “Habitación. Beso. Abrazo”, miró a su hermano, como esperando una explicación que iba a salir de sus poros junto con el sudor. Notó en su mirada algo de ansias, tal vez, expectativa, emoción, futuro, sueños. Era todo tan abrumador que tuvo que dejar de mirarlo. Bufó y lamió el pico de la botella, para limpiarlo del todo. No sabía qué hacer, ¿Y si lo besaba de nuevo? Es decir, era su hermano… Había visto parejas de padres e hijas, madres e hijos, hijos de abuelos, y los hijos de hermanos. ¿Por qué pensaba en hijos? Los hijos no tienen nada que ver, estamos hablando de incesto, incesto, de hermanos, todavía no hay hijos. Es decir, no va a haber hijos. Es imposible, es un vampiro y los hijos no existen para los vampiros. A menos que hayan nacido antes claro y… Volviendo a Thoris… Lo miró nuevamente. Sus labios finos seguían ahí, bastante cerca… Un movimiento y…