Algo perdida [Libre]

Dejó de correr en cuanto se dio cuenta de que no tenía ni la más remota idea de dónde estaba.

Había estado persiguiendo a un Hombre Lobo que había atacado una granja en las afueras del pueblo, y tras seguirle durante un buen rato, al fin le perdió el rastro por un leve descuido de su parte. Frustrada, se sentó en un tronco que se encontraba por allí, mientras que dejaba su espada a su lado. Deseó el poder quitarse un rato la armadura para sentirse fresca, pues con la persecución había comenzado a sudar, y no es como si su traje fuera el más liviano y fresco de todos.

Suspiró, y miró hacia el frente con una leve mueca de decepción. No le gustaba fallar en las misiones, pero tampoco le gustaba trabajar en equipo. Era muy... cerrada, y le costaba trabajar en equipo. No confiaba plenamente en todos los Cazarecompenzas.

Decidió descansar un momento. Ya cuando tuviera las energías necesarias, regresaría a la búsqueda de su presa.

Gracias al camino que había marcado desde cierto lugar del bosque hasta su hogar, sabía perfectamente cómo regresar, se evitaría las penas de andarse perdiendo y en un caso anterior, el haberse topado con un hombre lobo que, para su suerte, no fue alguien salvaje. Había regresado del pueblo después de comprar algunas cosas, se sentía más tranquilo ahora que sabía el camino correcto, pero en ese camino había algo que no estaba antes de irse, o al menos no recordaba haber visto.

Era una chica, una humana, o al menos eso creía. La veía bastante acalorada, agotada, ¿estaría descansando? Era por esa razón que se convencía aún más de que se trataba de una humana y no de una criatura mágica.

Pero otra interrogante aparecía a continuación... ¿qué hacía en medio del bosque? Era una zona bastante difícil de ingresar por lo mismo que estaba bastante adentrada en aquel bosque frondoso, pero sin más ahí se encontraba descansando con toda la tranquilidad del mundo. —¿Será prudente el acercarme? —se dijo para sí con algo de duda, quería acercarse, quizás estaba herida o necesitaba algo de agua o quién sabe, había muchas cosas que podría necesitar en ese momento.

La necesidad de ayudarla pudo más que con su sentido de "prudencia" así que, se acercó lentamente, no sabía aún si se trataba de una humana, aunque más parecía una. —D-Disculpa... —habló de manera muy quedita, intentando no sonar tan brusco.

[OFF: Espero no te moleste el que me haya colado :'D]

Salió de sus pensamientos en cuanto escuchó que alguien le hablaba. Confundida, alzó la mirada, sólo para encontrarse a un chico algo bajito que la miraba desde unos metros de distancia. Enarcó una ceja, sin recordar haberle visto antes.

- Buenas - dijo, poniéndose de pie y tomando su espada. No porque desconfiara de él (de hecho lucía bastante inofensivo), sino porque no le gustaba estar lejos de esta -. ¿Se encuentra perdido? - preguntó, algo preocupada.

Si era así, podría ayudarle a regresar al pueblo. Conocía el camino a la perfección, puesto que lo había estudiado para poder atrapar al hombre lobo que había estado persiguiendo. Aunque su enfermedad no le dejó correr tan rápido como le hubiera gustado...

Esperaba obtener respuesta, quería obtener respuesta y enterarse que la chica aún seguía viva, pero a decir verdad que podía ver su pecho moverse le decía que aún se mantenía respirando. Se sorprendió al obtener respuesta enseguida, le dio un poco más de confianza de acercarse, intentando no mostrarse temeroso por lo que sea que pudiera ser; más, esa confianza se fue al caño cuando la vio tomar su espada, quizás se había topado con una persona peligrosa. Volvió a retroceder.

Sin embargo, le había preguntado si tan siquiera se encontraba perdido, ladeó su cabeza levemente mostrándose algo dudoso, él era el que quería preguntarle aquello. —Eh, no, no. —se adelantó. —Eso iba a preguntarte. —admitió. —Iba camino a mi hogar y te vi ahí, pensé que estarías lastimada o algo. —explicó lentamente, intentando entender al situación.

—A todo esto... ¿necesitas ayuda? Es decir, te vi cansada o al menos eso aparentabas hace un rato. —mostró preocupación de nueva cuenta, después de todo se acercó a ella con afán de ayudarle.